La ocupación de Afganistán ha sido uno de los temas principales que se han tratado en la cumbre de la OTAN que comenzó este domingo en Chicago. La organización militar se dedicará a partir de 2015 a entrenar y apoyar a fuerzas afganas.
“Estamos
dispuestos a liderar una nueva misión de formación, asesoramiento y
asistencia”, dijo el secretario general de la OTAN, Anders Fogh
Rasmussen, tras una reunión de países e instituciones de todo
el mundo sobre la invasión de Afganistán.
En cuanto a la
retirada de las tropas, la OTAN afirmó este lunes que entre mediados de
2013 y finales de 2014 las tropas ocupantes que dirige la
Alianza experimentarán una reducción gradual pero seguirán en esas
zonas y entablarán operaciones de combate.
Protestas contra la OTAN
Chicago ha sido estos días el centro de la geoestrategia militar de los países occidentales, pero también ha sido escenario de protestas. A lo largo de todo el fin de semana se han organizado marchas y actos reivindicativos contra la OTAN, las cuales continuaron este lunes frente a las oficinas del constructor aeroespacial Boeing, que por ese motivo ha decidido cerrar su sede corporativa.Uno de los líderes de la Coalición contra la OTAN/G8, Andy Thayer, afirmó que el cierre de las oficinas es considerado por los activistas como una victoria, ya que la empresa es una de las que más dinero mueve en el negocio armamentístico, y añadió que representa “lo peor de lo peor” de ese uno por ciento al que ellos denominan “superricos”, informó el diario Chicago Tribune.
La gran manifestación contra la cumbre se celebró el domingo en Grant Park, un parque próximo al centro de convenciones donde se reúnen los líderes de la Alianza. La “contracumbre de la OTAN”, como los manifestantes la han denominado, reunió a miles de personas de los más diversos grupos para decir “no” a las intervenciones militares y “trabajar por el progreso del pueblo”, según proclamaron.
Dispersados a porrazos de la policía
La reunión y posterior caminata de los manifestantes terminó con enfrentamientos con la policía cuando algunos grupos se negaron a dispersarse pese a las indicaciones de los cuerpos policiales.La policía antidisturbios formó un parapeto con sus efectivos para frenar el avance de los manifestantes, pero éstos hicieron caso omiso y los agentes desenfundaron sus porras para dispersar a la multitud.
El portavoz Thayer criticó la actitud de la policía de Chicago durante los disturbios del domingo , que acabaron con al menos 45 personas detenidas y cuatro heridos.
LibreRed.Net
Hollande confirma en persona a Obama que Francia sale de Afganistán
El nuevo
presidente
francés, François Hollande, llegó este viernes a la Casa Blanca con
pocas alegrías. Le confirmó al presidente Barack Obama que
retirará sus tropas de Afganistán a finales de este año y
ambos comentaron la posible salida de Grecia del euro. Al menos,
coincidieron en que la UE debe preocuparse más por rebajar el paro
y crear empresas.
Hollande tiene intención de
cumplir su promesa electoral de retirar las tropas a finales de 2012,
dos años antes de lo previsto, y sólo aseguró que ayudará de
otra manera, se supone que con dinero y formación de militares
de afganos. Los detalles se discutirán en Chicago el domingo y el
lunes, en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la
OTAN.
Para intentar destensar el
ambiente, algo frío por la necesidad de interpretación y por los temas
tratados, Obama bromeó con que espera que Hollande se haya
preparado para la “comida rápida” americana y que disfrute las
‘cheeseburgers’ de Chicago. El presidente francés replicó que no tiene
nada contra ellas.
En su refugio rural de Camp
David (Maryland), Obama recibe este viernes a los ocho líderes de los
países más industrializados del mundo, entre ellos Alemania,
Francia, Reino Unido e Italia, en la primera reunión
internacional desde las elecciones en Grecia, la toma de posesión de
Hollande y la nacionalización de Bankia.
Imperialismo. Estados Unidos y el engaño afgano: El pacto que no cambiará nada
Los acuerdos firmados entre
Washington y Kabul se presentan como el medio para que el pueblo de
Afganistán se haga cargo de su propio destino y Estados
Unidos ponga fin a la guerra que inició contra ese país hace
casi 11 años. Pero una lectura más minuciosa sugiere lo contrario.
Los dos gobiernos firmaron una Asociación Estratégica Duradera con Afganistán y varios memorandos de entendimiento.
Pero el único acuerdo
sustancial alcanzado, y bien oculto entre esos documentos, es el que
autoriza a las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF) de Estados
Unidos a seguir efectuando redadas nocturnas contra
domicilios particulares en territorio afgano, odiadas por la población
de zonas pashtunes.
La presentación del acuerdo
se hizo en un viaje sorpresa del presidente estadounidense Barack Obama a
Afganistán, con un discurso en horario central de la
televisión y varias conferencias de prensa que le facilitan
presentarse en la reñida contienda electoral de su país como el
mandatario que puso fin a una muy impopular guerra.
También el mandatario de
Afganistán, Hamid Karzai, puede sostener que logró poner bajo control
las redadas nocturnas de las SOF, además de conseguir un
compromiso estadounidense de apoyo económico por 10 años.
Pero el texto real del
acuerdo y del memorando de entendimiento sobre las batidas nocturnas
–incluido en el pacto mediante una referencia– no ponen fin a la
guerra en Afganistán, ni dan a Karzai el control sobre esas
acciones.
La noticia real es que el gobierno de Obama consiguió disimular estos hechos.
Las decisiones de Obama sobre
la cantidad de efectivos estadounidenses que permanecerán en Afganistán
en 2014 y más allá y sobre la misión que tendrán, solo
se tomarán en un Acuerdo Bilateral de Seguridad que todavía
no se ha negociado.
Aunque los altos funcionarios
no brindan datos específicos sobre esas negociaciones a los medios de
comunicación, la Asociación Estratégica señala que se
procederá a la firma del documento "con el objetivo de
concluirlo en el plazo de un año".
Eso significa que Obama no
tiene que tomar ninguna decisión sobre despliegue de tropas en
Afganistán antes de las elecciones presidenciales de este año, lo
que le permite enfatizar en la retirada de suelo afgano y
eludir la cuestión de un compromiso militar a largo plazo.
Según el texto, el Acuerdo
Bilateral de Seguridad sustituirá al "Estatuto de Fuerzas", firmado en
2003 con Afganistán y que confería inmunidad judicial a
los soldados estadounidenses y no imponía limitaciones en
cuanto a su despliegue y operaciones en territorio de ese país de Asia
central.
El mes pasado, Estados Unidos
se vio obligado a firmar el memorando de entendimiento sobre
operaciones nocturnas a raíz de las reiteradas amenazas de Karzai
de no suscribir la Asociación Estratégica a menos que Obama
le diera el control sobre las redadas de viviendas particulares.
La insistencia de Karzai de
poner fin a esos ataques nocturnos unilaterales y a la detención de
afganos, retrasó varios meses el acuerdo de Asociación
Estratégica.
Pero Karzai se puso así en
conflicto directo con los intereses de uno de los elementos más
influyentes de las Fuerzas Armadas estadounidenses: las
SOF.
Tanto bajo el mando de los
generales Stanley A. McChrystal como de David Petraeus, la estrategia
bélica de Estados Unidos en Afganistán pasó a depender de
la supuesta efectividad de las redadas nocturnas de unidades
de las SOF para debilitar al movimiento extremista Talibán.
Los oficiales del Comando
Central de Estados Unidos (Centcom) se negaron a detener estas
operaciones y a ceder al gobierno afgano el control de las mismas,
como informó IPS en febrero.
Ambas partes intentaron
durante semanas redactar un acuerdo del que Karzai pudiera decir que
cumplía con su demanda, pero que en realidad cambiaría muy
poco.
Al final, Karzai tuvo que
ceder. Y lo que se hizo para disimularlo lleva a un nuevo grado de
ingenio el engaño sobre el verdadero sentido de un acuerdo
internacional sobre operaciones militares de Estados Unidos.
El memorando de entendimiento
fue reportado por las cadenas de noticias como un cambio radical de la
conducción de las operaciones militares. Pero una
lectura minuciosa del texto revela que prácticamente no
habrá alteración del statu quo.
El acuerdo fue negociado
entre el comando militar estadounidense instalado en Kabul y el
Ministerio de Defensa afgano. Abogados de las Fuerzas Armadas de
Estados Unidos incluyeron una disposición clave que modifica
sustancialmente el significado del resto del documento.
En el primer párrafo, sobre
la definición de los términos, el memorando plantea que las operaciones
especiales son aquellas "aprobadas por el Grupo Afgano
de Coordinación de Operaciones y efectuadas por las fuerzas
afganas con apoyo de tropas estadounidenses de acuerdo con las leyes
afganas".
Esa frase, cuidadosamente
redactada, significa que las únicas redadas nocturnas comprendidas por
el memorando son aquellas que el comandante de las SOF
decida realizar con previa consulta al gobierno afgano. Por
lo tanto, las efectuadas sin consultar a las autoridades afganas quedan
fuera del acuerdo.
La cobertura que los
principales medios periodísticos sobre el memorando, indicando que la
participación de unidades de las SOF dependería del gobierno
afgano, simplemente ignoró esa disposición.
Pero el portavoz del
Departamento de Defensa, John Kirby, dijo el 9 de abril a periodistas
que Karzai no tendría poder de veto sobre las redadas nocturnas.
"No se trata de que Estados Unidos esté cediendo la
responsabilidad a los afganos", declaró.
Kirby no comentó si esas
unidades de las SOF que operan en forma independiente se verían
afectadas por el memorando, confirmando de manera implícita que no
lo harán.
El portavoz del Pentágono
explicó que el acuerdo "codifica" lo que se viene haciendo desde
diciembre de 2011: las fuerzas afganas especiales dirigen la
mayor parte de las operaciones nocturnas, es decir son las
que ingresan a los hogares y recintos de las familias de ese país.
Sin embargo, las fuerzas estadounidenses siguen capturando o matando afganos en esos operativos.
El conflicto entre la
realidad de lo acordado y lo expuesto por el gobierno de Estados Unidos
recuerda las declaraciones de Obama de 2009 y 2010 sobre el
retiro de Iraq y el fin de la guerra en ese país, cuando las
unidades de combate permanecieron activas mucho después del 1 de
septiembre de 2010, fecha límite que el mandatario había
fijado para el repliegue.
Pasado ese plazo, en 2010 y 2011 murieron 58 militares estadounidenses en Iraq.
Pero hay una diferencia fundamental entre los dos casos de manipulación de la información que llega al público.
El acuerdo de retiro de Iraq
de 2008 volvió políticamente difícil, si no imposible, que el gobierno
iraquí pudiera mantener soldados estadounidenses en su
territorio luego de 2011. En el caso de Afganistán, los
acuerdos ahora firmados no imponen ninguna restricción a los militares
estadounidenses.
Y aunque Obama promueve su
política de terminar la guerra, sus Fuerzas Armadas y el Pentágono han
dicho públicamente que esperan mantener miles de efectivos
de las SOF en suelo afgano hasta mucho después de 2014.
El presidente esperaba
conseguir que los jefes del Talibán aceptaran iniciar negociaciones de
paz, lo que hubiera hecho más fácil vender la idea del
repliegue, mientras sigue la guerra. Pero el movimiento
islamista no cooperó.
En su discurso en Kabul,
Obama no podía amenazar a los talibanes con la continuación de la
cacería nocturna casa por casa si no aceptaban negociar la paz
con Karzai. Eso hubiera revelado lo que en realidad
negociaron los dos países.
Pero Obama debe suponer que
el Talibán entiende lo que el público estadounidense no: las redadas
nocturnas van a seguir más allá de 2014, no importa cuánta
resistencia se presente a las odiadas tropas
estadounidenses.