dilluns, 18 de febrer del 2013

GIORDANO BRUNO, DETENCIÓN Y MARTIRIO



A instancias de Giovanni Mocenigo, noble veneciano, regresó a Italia. Mocenigo se convierte en su protector, para impartir cátedra particular.
El 21 de mayo de 1591, Mocenigo traicionó a Bruno entregándolo a la Santa Inquisición. El 27 de enero de 1593 se ordenó el encierro de Giordano Bruno en el Palacio del Santo Oficio, en el Vaticano. Estuvo en la cárcel durante ocho años mientras se disponía el juicio –bajo el tribunal de Venecia–, en el que se le adjudicaban cargos por blasfemia, herejía e inmoralidad; principalmente por sus enseñanzas sobre los múltiples sistemas solares y sobre la infinitud del universo. Durante la ocupación napoleónica se perdieron la mayoría de los folios de ese juicio.
El proceso fue dirigido por Roberto Belarmino, quien posteriormente llevaría el similar proceso contra Galileo. En 1599 se expusieron los cargos en contra de Bruno. Las múltiples ofertas de retractación fueron desestimadas.
Finalmente, sin que se tenga conocimiento del motivo, Giordano Bruno decidió reafirmarse en sus ideas y el 20 de enero de 1600 el papa Clemente VIII ordenó que fuera llevado ante las autoridades seculares.
El 8 de febrero fue leída la sentencia en donde se le declaraba herético, impenitente, pertinaz y obstinado. Es famosa la frase que dirigió a sus jueces: «Tembláis más vosotros al anunciar esta sentencia que yo al recibirla». Fue expulsado de la Iglesia y sus trabajos fueron quemados en la plaza pública.
Durante todo el proceso fue acompañado por monjes de la Iglesia. Antes de ser ejecutado en la hoguera uno de ellos le ofreció un crucifijo para besarlo pero Bruno lo rechazó, diciendo que moriría como un mártir y que su alma subiría con el fuego al paraíso.
Fundamento Procesal
No fue la afirmación de que el sol fuera una estrella el motivo de la condena, como tampoco la existencia de vida en otros planetas. Supuso que podía haber vida en otros planetas y por lo tanto otras apariciones del mismo Jesús. El proceso de su herejía se fundamentó en sus dichos acerca de la existencia de otros Papas, tema que el Papa no pudo aceptar como válido. Es por esta razón que el proceso duró tanto tiempo porque Giordano Bruno no podía negar que la existencia de otro Jesús de como consecuencia la existencia de otro Papa y su reino.
 
Excepción
Lo habitual era matar al hereje y después quemar el cuerpo. En el caso de Giordano Bruno, tras una condena de más de 8 años, fue quemado vivo el 17 de febrero de 1600 en Campo dei Fiori, Roma.

Durante un viaje a Roma fuimos a la plaza del Campo de Fiori, allí en medio del mercado se yergue la impresionante estatua de Giordano, hace frente al balcón desde donde sus torturadores, los malditos verdugos de la inquisición, los curas al servicio del papa, y quizás el papa mismo, miraban y se regodeaban con la tortura de los condenados. Nosotros dejamos flores a sus pies, allí nunca faltan. Cuentan que cuando la hoguera de su suplicio se apagó la gente recogió las cenizas del mártir y las conservaron como reliquias y empezaron inmediatamente a depositar ramos en el sitio de la hoguera, cuando se erigió la estatua en año 1889, el papa de turno se opuso y al no poder impedirlo cayó enfermo, el averno le esperaba.