Irán-Israel: ¿una guerra limitada?
James Petras sobre el posible ataque
israelí contra las centrales nucleares iraníes. Su título es "El mito de la guerra limitada".
"La amenaza creciente de un ataque
militar de Estados Unidos e Israel contra Irán se basa en varios
factores que incluyen: (1) la reciente historia militar de los dos
países en la región, (2) las declaraciones públicas de los dirigentes
políticos estadounidenses e israelíes, (3) los ataques recientes y en
curso contra Líbano y Siria, aliados destacados de Irán, (4) los
asesinatos de científicos y funcionarios de seguridad iraníes por parte
de grupos terroristas y/o comisionados, bajo el control de Estados
Unidos o el Mossad, (5) el fracaso de las sanciones económicas y la
coacción diplomática, (6) la intensificación de la histeria y las
demandas extremas para que Irán ponga fin al enriquecimiento de uranio
destinado al uso civil, (7) los ‘ejercicios’ militares de provocación en
las fronteras de Irán y los juegos de guerra destinados a intimidar y
hacer un ensayo general de un ataque preventivo, (8) los poderosos
grupos de presión belicistas tanto en Washington como en Tel Aviv, lo
que incluye los principales partidos políticos israelíes y el poderoso
AIPAC [Comité de Asuntos Públicos Estados Unidos-Israel], y por último
(9) la 2012 National Defense Authorization Act (el decreto de emergencia
de Obama, propio de Orwell, del 16 de marzo).
La guerra propagandística de
Estados Unidos opera por dos vías: (1) el mensaje primordial es la
proximidad de la guerra y la voluntad de Estados Unidos de utilizar la
fuerza y la violencia. Este mensaje se dirige a Irán y coincide con las
declaraciones israelíes sobre los preparativos bélicos, (2) la segunda
vía tiene como objetivo el ‘público liberal’, lo que incluye a un puñado
de ‘académicos sabios’ (o los ‘progresistas’ del Departamento del
Estado) que subestima la amenaza de guerra y argumenta que los
diseñadores de políticas ‘sensatos’ en Tel Aviv y Washington saben que
Irán no posee armas nucleares ni capacidad de fabricarlas ahora ni en el
futuro cercano. El propósito de este ‘cambio de opinión liberal’ es
confundir y menospreciar la opinión pública mayoritaria, contraria a más
preparativos bélicos, y hacer que descarrile el floreciente movimiento
antibelicista.
Huelga decir que los
militaristas ‘racionales’ utilizan un ‘doble discurso’ al despachar con
ligereza todas las pruebas empíricas e históricas que demuestran lo
contrario. Cuando Estados Unidos e Israel hablan de guerra, la preparan y
la provocan, es porque quieren la guerra, igual que en 2003 contra
Irak. Bajo las actuales condiciones políticas y militares
internacionales, un ataque contra Irán, en principio por parte de Israel
con el apoyo de Estados Unidos, es altamente probable, incluso aunque
las condiciones económicas mundiales aconsejen lo contrario y las
consecuencias estratégicas negativas repercutan en todo el mundo durante
décadas.
Los cálculos militares de Estados Unidos e Israel sobre el potencial de Irán
Los
diseñadores de las políticas estratégicas estadounidenses e israelíes
no se ponen de acuerdo sobre las consecuencias de un contraataque por
parte de Irán. Los dirigentes israelíes minimizan la capacidad militar
de Irán para atacar e infligir daños al Estado judío, que es su única
preocupación. Confían en la distancia, en su escudo antimisiles y en la
protección de las fuerzas aéreas y navales estadounidenses situadas en
el Golfo que cubrirían su ataque furtivo. Y por parte de Estados Unidos
los estrategas militares saben que los iraníes son capaces de infligir
bajas considerables a los buques de guerra estadounidenses, que tendrían
que atacar las instalaciones costeras iraníes con el fin de apoyar o
proteger a los israelíes.
La inteligencia israelí es
famosa por su capacidad de organizar el asesinato de personas por todo
el mundo: el Mossad ha organizado con éxito actos terroristas en el
extranjero contra dirigentes palestinos, sirios y libaneses. Por otra
parte la inteligencia israelí tiene un historial muy pobre en cuanto a
sus cálculos sobre las grandes empresas militares y políticas.
Infravaloraron gravemente el apoyo popular, la fuerza militar y la
capacidad de organización de Hizbulá durante la guerra de 2006 en
Líbano. Asimismo la inteligencia de Israel no entendió la fuerza y
capacidad del movimiento democrático popular egipcio cuando se sublevó y
derrocó el aliado regional estratégico de Tel Aviv, es decir la
dictadura de Mubarak. Mientras los dirigentes israelíes ‘fingen
paranoia’ -al lanzar tópicos sobre las ‘amenazas existenciales’- les
ciegan su arrogancia y racismo narcisistas y subestiman repetidamente la
pericia técnica y la sofisticación política de sus adversarios
islámicos regionales y árabes. La prueba irrefutable de esto es cómo
menosprecian la capacidad de Irán para responder a un ataque aéreo
planificado por parte de Israel.
El gobierno de Estados
Unidos ya se ha comprometido abiertamente con Israel a apoyar un ataque
contra Irán cuando suceda. Washington afirma específicamente que
defenderá a Israel ‘incondicionalmente’ si le atacan. ¿Cómo pretende
Israel evitar un ataque si sus aviones bombardean y disparan misiles
sobre las instalaciones, las defensas militares y los sistemas de apoyo
de Irán, sin mencionar las ciudades, los puertos y la infraestructura
estratégica iraníes? Por otra parte, teniendo en cuenta la colaboración
del Pentágono y los sistemas de inteligencia coordinados con las Fuerzas
de Defensa de Israel (FDI), su papel en la identificación de objetivos,
rutas y la trayectoria de misiles, el suministro de armas y las cadenas
de abastecimiento serán críticos en caso de un ataque de las FDI. No
hay ninguna posibilidad de que los Estados Unidos se disocien de la
guerra del Estado judío contra Irán una vez que el ataque haya
empezado".