Estados Unidos y la OTAN amenazan a Rusia desde Turquía
Estados
Unidos y los demás países de la OTAN instalan misiles en Turquía.
Amenazan a Rusia, pero también a los países de Oriente Medio. Las armas
obedecerían a “pretensiones expansionistas y agresivas” y a los
intereses por “desestabilizar” la región
El inminente despliegue de los misiles Patriot por
parte de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) en la
frontera turco-siria incrementa la preocupación de Rusia, amenazada
desde antes por el sistema de defensa antimisiles (Dam, por su acrónimo
en inglés) de Estados Unidos y sus aliados del bloque político-militar
ofensivo en Europa.
Serguéi Lavrov, canciller ruso, confirmó a la prensa que en diálogo
telefónico reciente con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh
Rasmussen, expresó la inconformidad del Kremlin por el emplazamiento de
esas armas en una zona conflictiva.
Durante la plática llevada a cabo por solicitud de Fogh Rasmussen, el
alto funcionario de la alianza noratlántica informó a Lavrov acerca de
la situación, tras la solicitud turca de emplazar los complejos
tierra-aire en su territorio.
Reiteró el ministro de Exteriores, por su parte, que Rusia está
preocupada por los planes de incrementar la presencia militar en la
región, en vez de establecer una línea de comunicación directa entre
Ankara y Damasco para evitar incidentes, según expresó.
Fuentes gubernamentales rusas han confirmado que Moscú reiterará que
el principal escollo en sus relaciones con Occidente es el sistema de
defensa antimisiles dislocado por Estados Unidos y sus aliados de la
OTAN en Europa.
En Bruselas, Rusia continuará exigiendo las aún no recibidas
garantías jurídicas de que el Dam no apunta contra el país más extenso
del planeta y advertirá de las contramedidas que tomará para evitar que
se rompa la paridad disuasoria estratégica.
En tanto y acerca de los misiles, Recep Tayyip Erdogan –primer ministro turco– consideró errónea la reacción rusa.
“Me parece muy equivocada la declaración formulada por Rusia; estos
misiles se emplazan con fines defensivos”, dijo a los periodistas el
jefe de gabinete.
Sin embargo, diversos medios reflejan en internet que junto a España,
Rumania, Holanda y Polonia, Turquía es uno de los países comprometidos
con Estados Unidos para desplegar radares de banda X, embarcaciones o
los misiles terrestres del Dam.
El parlamentario turco Vali Agh Baba, del opositor Partido
Republicano Popular, denunció a comienzos de 2012 como ilegal el
establecimiento de un radar de la OTAN en ese país.
Agh Baba también tildó de ilegal la entrada al territorio nacional de
un grupo de militares estadunidenses, quienes llegaron para instalar el
sistema de alerta temprana de la OTAN, consignó la agencia de noticias
de la República Islámica.
Tras recordar que la Constitución turca establece que el envío de
tropas a otro país y el recibimiento de fuerzas extranjeras requieren
autorización parlamentaria, el legislador denunció que el gobierno no
solicitó dicho permiso.
Ankara aceptó albergar en la pequeña aldea de Kurejit, en la
provincia oriental de Malatya, a 700 kilómetros de la frontera con Irán,
el sistema de radares de la OTAN impulsado por Washington como parte
del Dam en Europa.
Los Patriot, que llegarán de Alemania junto a especialistas militares
de ese país, son interpretados por Moscú como un preocupante refuerzo.
Al referirse al tema, el experto Lajos Szaszdi sostuvo que, ubicados
en la frontera turco-siria, estos cohetes representan una amenaza no
sólo para Damasco, sino también para Rusia e Irán.
Consultado por la televisora global Rusia Today, el analista advirtió
que la versión solicitada por Ankara al bloque político-militar
ofensivo puede interceptar misiles balísticos de corto alcance
(tácticos), de crucero y aviones.
Szaszdi consideró que el radar de banda X se puede integrar con los
misiles Patriot y guiarlos para destruir vectores balísticos e
interceptar blancos superiores, quizá a mayor distancia de la concebida
en el diseño inicial de esta arma.
Añadió el analista que el radar operativo en Turquía se puede
acoplar, además, con sistemas de la Dam basados en unidades navales y,
en tal caso, sería utilizado contra Irán.
No hay que olvidar que más al Sur de Siria se encuentra Israel, por
lo que los Patriot podrían ser utilizados como un escudo de defensa
antimisil desde Tel Aviv y, en este caso, no sólo contra Irán, sino
también contra Rusia, opinó el politólogo.
Sobre esa base, Szaszdi señaló que la solicitud turca a la OTAN para
instalar tales armamentos en la frontera con Siria ya se convirtió en un
punto de fricción diplomática.
La OTAN amplía sus ejércitos
Por otro lado, el activista político Yazan Abdallah, desestimó en
Rusia Today el argumento esgrimido por Ankara, de que los misiles tienen
un carácter defensivo. Otros expertos coinciden con él en señalar que
Turquía posee el segundo mayor ejército de la OTAN y se puede proteger
de supuestos ataques con morteros desde el lado sirio.
Esto es claramente una intervención a gran escala, en la cual quieren
asegurar la posibilidad de una zona de exclusión aérea, denunció
Abadallah.
Opinó que si el conflicto se intensifica, abriría las puertas a una
probable intervención militar, justificada por una supuesta crisis
humanitaria.
El desplazamiento de cientos de miles de ciudadanos sirios hacia
Turquía por el conflicto que vive el país, serviría como pretexto para
esgrimir la existencia de una crisis humanitaria, señaló.
Sin embargo, Abadallah explicó que lo más probable es que la
situación derive en una guerra sin cuartel. Ésta sería prolongada, con
el fin de desgastar a Siria antes que iniciar una intervención
repentina, concluyó el activista.
Contramedidas de Rusia
La polémica en torno a los misiles Patriot, de la OTAN, coloca en el
centro de la opinión pública de Rusia la amenaza del Dam y las
contramedidas que se deben aplicar.
El viceprimer ministro del gobierno ruso, a cargo de la modernización
de la industria militar del Kremlin, Dmitri Rogozin, advirtió
recientemente que el despliegue en Europa del sistema naval de defensa
antimisil de Washington derivará en una reacción severa de Moscú.
La tensión provocada entre Rusia y la OTAN por el escudo antimisiles
de Estados Unidos, ya en su forma actual, incita a una carrera de
armamentos, expresó en declaraciones a RIA Novosti (agencia
internacional de noticias rusa).
Rogozin también recordó que el programa nacional de armamentos prevé
que el Ejército ruso reciba sistemas antiaéreos S-400 y los nuevos
S-500, capaces de interceptar misiles balísticos fuera de la atmósfera
terrestre.
Sin embargo, insistió en que las fuerzas de defensa antimisiles del
Kremlin se ubican en territorio nacional, a diferencia de las del
Pentágono.
“No desplegamos sistemas frente a las costas de Estados Unidos por
carecer de pretensiones expansionistas y agresivas, y tampoco buscamos
desestabilizar la situación en otras regiones del mundo”, concluyó el
viceprimer ministro ruso.