divendres, 7 de juny del 2013

La guerra geopolítica en Siria

Asad habla, Rusia actúa

¿Cómo parar el insaciable neocolonialismo energético de ciertas potencias disfrazado de principios democráticos? ¿Cómo parar el saqueo desatado por EEUU, Reino Unido, Francia y otros países vasallos que buscan una geopolítica de dominación sobre otros pueblos para satisfacer únicamente sus intereses estratégicos y comerciales? El presidente ruso Vladímir Putin acaba de responder a la fuerza bruta occidental con una jugada maestra. Así Rusia, se posiciona en el mundo como defensor de la no injerencia, del respeto del derecho internacional así como la soberanía de los intereses de los países del Tercer Mundo. Veamos a continuación el análisis de nuestro colega Pepe Escobar.
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Así que Bashar al-Asad ha hablado, exclusivamente con el periódico argentino Clarín [hay una inmensa diáspora siria en Argentina, así como en el vecino Brasil).
Viendo a través de la niebla de la histeria occidental, hizo algunas observaciones valiosas. El historial muestra que sí, que el régimen ha aceptado varias veces hablar con la oposición; pero la miríada de grupos “rebeldes” sin una dirigencia creíble y unificada, siempre se ha negado. Por lo tanto no existe un camino al alto el fuego que pueda finalmente acordarse en una cumbre, como la próxima conferencia en Ginebra de EE.UU. y Rusia.
Asad tiene algo de sentido cuando dice: "Nosotros no podemos discutir una hoja de ruta con una parte si no sabemos quiénes son”.
Bueno, a estas alturas cualquiera que observe la tragedia siria sabe quiénes son en su mayoría. Se sabe que el Ejército de Caníbales Sirios No-libres, perdón el Ejército Libre Sirio (ELS), es una colección variopinta de señores de la guerra, gángsteres y oportunistas de todo tipo cruzados con yihadistas de la línea dura del tipo de Jabhat al-Nusra (pero también con otros grupos vinculados a al Qaida o inspirados en él).
Reuters tardó meses en admitir finalmente que los yihadistas dominan el show sobre el terreno [1]. Un comandante “rebelde” incluso se quejó a Reuters, “Nusra es ahora dos Nusras. Uno que sigue la agenda de al Qaida de una gran nación islámica y otro que es sirio con una agenda nacional para ayudarnos a combatir a Asad”. Lo que no dijo es que el grupo realmente efectivo está vinculado a al Qaida.
Siria es ahora el Infierno de las Milicias; muy parecido a Irak a mediados de los años 2000, muy parecido al “liberado” Estado fracasado libio. Esta afganización/somalización es una consecuencia directa de la interferencia del eje OTAN/CCG/Israel [2]. Por lo tanto Asad también tiene razón cuando dice que Occidente está avivando el fuego y que solo está interesado en el cambio de régimen, sea cual sea el coste.

Lo que no dijo Asad

No se puede decir que Asad sea exactamente un político brillante, por lo tanto desperdició una excelente oportunidad para explicar a la opinión pública occidental, aunque sea brevemente, por qué las petromonarquías del CCG, Arabia Saudí y Catar, más Turquía, están interesados en incendiar Siria. Pudo hablar de que Catar quiere entregar Siria a la Hermandad Musulmana y Arabia Saudí sueña con una colonia que sea un “cripto-emirato”. Pudo hablar de que ambos están aterrorizados por los chiíes del Golfo Pérsico que albergan legítimos ideales de la Primavera Árabe.
Pudo señalar la ruina absoluta de la política exterior turca de “cero problemas con nuestros vecinos”: un día hay una tríada de colaboración Ankara-Damasco-Bagdad, y al día siguiente Ankara quiere cambio de régimen en Damasco y se pone enfrente de Bagdad. Y para colmo Turquía se desconcierta al ver que los kurdos se sienten alentados desde el norte de Irak hasta el norte de Siria.
Pudo detallar que Gran Bretaña y Francia dentro de la OTAN, para no mencionar a EE.UU., así como sus petromonarcas marionetas, están utilizando la desintegración de Siria para perjudicar a Irán y que a ninguno de estos actores que suministran las armas y mucho dinero les interesan los sufrimientos del “pueblo sirio”. Lo único que importa son sus objetivos estratégicos.
Mientras hablaba Bashar al-Asad, Rusia actuaba. El presidente Vladimir Putin -perfectamente consciente de que las conversaciones de Ginebra están siendo descarriladas por diversos actores incluso antes de que tengan lugar– envió barcos de la marina rusa al Mediterráneo Oriental y ofreció a Siria una cantidad de ultramodernos misiles Yakhont tierra-mar más una cantidad de misiles antiaéreos S-300, el equivalente ruso del Patriot estadounidense. Además Siria ya tiene misiles antiaéreos rusos SA-17.

Misiles antiaéreos rusos S-300P, destruyendo diez blancos enemigos en una maniobra de demostración. Ver artículo: «Los aviones caza estadounidenses y occidentales no pueden con la defensa antiaérea rusa» por revista militar especializada en asuntos militares..
[Ver también artículo: «El arma absoluta»] Entonces, tratad, cualquiera de vosotros, miembros de la banda OTAN-CCG, incluso dejando de lado a la ONU, de lanzar una mini-Conmoción y Pavor contra Damasco. O de instalar una zona de exclusión aérea. Catar y la Casa de Saud, son un chiste desde el punto de vista militar. Los británicos y Francia están seriamente tentados, pero no tienen los medios, o las agallas. Washington tiene los medios, pero no las agallas. Putin estaba perfectamente seguro de que el Pentágono comprendería su mensaje claramente

Y no hay que olvidar el «Oleoductistán»

Asad también pudo hablar de –¿Qué más?– el «Oleoductistán». Le hubieran bastado dos minutos para explicar el significado del acuerdo del gasoducto Irán-Irak-Siria por 10.000 millones de dólares que se firmó en julio de 2012. Este nodo crucial del «Oleoductistán» exportará gas desde el campo South Pars de Irán (el mayor del mundo, compartido con Catar), a través de Irak hacia Siria, con una posible extensión al Líbano, con clientes confirmados en Europa Occidental. Es lo que los chinos llaman una situación en la que no se puede perder.
Pero no para –¿Quién será?– Catar y Turquía. Catar sueña con un gasoducto rival desde su campo North (contiguo al campo South Pars de Irán), pasando por Arabia Saudí, Jordania, Siria y finalmente Turquía (que se presenta como el centro privilegiado de tránsito de energía entre Oriente y Occidente). Destino final, una vez más: Europa Occidental.
Como en todo lo que tiene que ver con «Oleoductistán», el punto crucial del juego es dejar de lado a Irán y Rusia. Es lo que pasa con el gasoducto catarí, frenéticamente apoyado por EE.UU. Pero en el caso del gasoducto Irán-Irak-Siria, la ruta de exportación no puede originarse en otro sitio que en Tartus, el puerto sirio en el Mediterráneo Oriental que alberga la marina rusa. Obviamente Gazprom formaría parte de todo el asunto, desde la inversión hasta la distribución.
Que no quepa duda: el «Oleoductistán» –nuevamente vinculado a circunvalar Rusia e Irán– explica muchas cosas sobre la destrucción de Siria.

El artilugio de petróleo de la Unión Europea para al Qaida

Mientras tanto el verdadero ejército sirio –respaldado por Hizbulá– está recuperando metódicamente Al-Qusayr del control “rebelde”. Su próximo paso será mirar hacia el este, donde Jabhat al-Nusra se está beneficiando alegremente de otra metedura de pata típica de la UE: la decisión de levantar las sanciones petroleras contra Siria [3].
El bloguero de Syria Comment, Joshua Landis, sacó las conclusiones necesarias: Quienquiera que se apodere del petróleo, el agua y la agricultura, tendrá en sus manos a la Siria suní. Por el momento es al-Nusra. El hecho de que Europa abriera el mercado al petróleo impuso esta situación. De ahí la conclusión de esta demencia de que Europa esté financiando a al Qaida”. Llamémoslo el artilugio petrolero de la UE para al Qaida.
El sudoeste de Asia –lo que Occidente llama Medio Oriente– seguirá siendo un campo privilegiado de irracionalidad. Tal como están las cosas en Siria, en lugar de una zona de exclusión aérea lo que en realidad debería establecerse es “todos vuelan por la paz”, y cada cual y su vecino debería estar involucrado: EE.UU., Rusia, la UE y también Hizbulá, Israel y por cierto Irán, como ha subrayado con entusiasmo el Ministro de Exteriores ruso Sergei Lavrov [4].
Mucho más allá de la obsesión occidental con el cambio de régimen, lo que la ya problemática conferencia de Ginebra podría producir es un acuerdo según la constitución siria que, a propósito, es absolutamente legítima, adoptada en 2012 por una mayoría de votos del verdadero y sufriente “pueblo sirio”. Eso incluso podría significar que Asad no fuera candidato a presidente en las elecciones programadas para 2014. Cambio de régimen, sí. Pero por medios pacíficos. ¿Permitirán la OTAN, el CCG e Israel que ocurra? No.