martes, 17 de septiembre de 2013
"NO NOS DA MIEDO LA REPRESIÓN DE ESTADO…”
DIEGO CAÑAMERO:
"NO NOS DA MIEDO LA REPRESIÓN DE ESTADO SINO EL SILENCIO DE LOS
PUEBLOS"
El dirigente del
Sindicato Andaluz de Trabajadores participó en la cadena humana que rodeó la
sede de La Caixa en Barcelona para reclamar la independencia del capitalismo
El
Coordinador Nacional del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), Diego
Cañamero, estuvo en un acto de solidaridad con su sindicato organizado en
Barcelona. El acto contó con la participación de sindicalistas venidos de toda
España. Al día siguiente, Cañamero participó en los actos reivindicativos de la
Diada y habló para Público.
Por
Javier Coria Fotos: Francesc Sans
¿En el SAT se entiende el
independentismo de algunas de las fuerzas de la izquierda catalana?
Como
organización lo respetamos. Los pueblos deben tener ese derecho, a poder
decidir libremente su futuro. En Andalucía, como sindicato, lo que más nos
preocupa es el paro, la pobreza, que un 2% de terratenientes acaparen el 50%
del suelo… pero si, respetamos el derecho a decidir de los pueblos.
Entonces, ¿Están de acuerdo con
el referéndum que se está demandando en Catalunya?
Estamos
totalmente de acuerdo.
Diego Cañamero, dirigente del SAT (foto: F. Sans)
¿Y una consulta popular sobre
la forma del Estado, monarquía o república?
Evidentemente
que estoy de acuerdo. Creo que tenemos una democracia ficticia cuando el pueblo
no puede decidir estas cosas. Cuando a la democracia no le pones rostro humano,
cuando a la democracia le falta pan, le falta justicia, le falta vivienda, todo
se convierte en un sarcasmo, en un teatro. La democracia tiene que estar llena
de contenidos, al pueblo hay que consultarle. No puede ser que votemos cada
cuatro años y los programas de los partidos elegidos luego no se cumplan y no
pase nada, eso es una ilegalidad ética y moral. El ciudadano no vota para que
luego el partido votado cambie, por ejemplo, el artículo 135 de la Constitución
y diga que lo prioritario es pagar una deuda que no es pública, que es privada.
Con los millones de parados y
personas que están en el umbral de la pobreza, con los desahucios… ¿Cómo
entiende que los sindicatos mayoritarios no están movilizando a los ciudadanos?
Los
sindicatos mayoritarios han entrado en una dinámica viciada, porque su
estructura y funcionamiento dependen de las subvenciones del Estado. Quien paga
manda, los sindicatos oficiales son prisioneros de unos recursos ajenos al
propio sindicato.
UGT y CC.OO. han firmado la
reforma de las pensiones y han tenido sus representantes en los Consejos de
Administración de las Cajas de Ahorros.
Sí,
los sindicatos siempre están en la política del mal menor. Si no podemos
conseguir diez, conseguiremos cinco. Esa política posibilista y a corto plazo
es muy peligrosa, porque al final vas aceptando y renunciando a derechos
adquiridos y, de alguna forma, das carta de naturaleza a la política del
sistema, con su injusticia social. El sistema dice, por ejemplo, yo quiero
recortar quince, luego viene el sindicato y dice que ha evitado que recorten
quince y ha conseguido que recorten dos y medio. Y esto lo presentan como una
victoria cuando se ha perdido el doce y medio.
¿El voluntarismo de muchas organizaciones
y la caridad están sustituyendo a la justicia social?
La
caridad es un insulto en una sociedad en la que hay de todo. Andalucía es una
de las tierras más ricas de Europa. Hay yacimiento mineros, hay costas y una
industria pesquera importante, el campo… en cambio tenemos un 36% de paro, y un
67% de paro juvenil, y 2.000.000 de personas por debajo del umbral de la
pobreza, y 86.000 familias que le han quitado sus casas. Ante eso hay que
reaccionar, y lo lamentable es que la gente no está reaccionando del todo.
Diego Cañamero, dirigente del SAT (foto: F. Sans)
¿Y por qué pasa esto?
El
sistema es injusto, reprime y mueve ficha. Tiene sus voceros, sus plataformas
para engañar, y nos han hecho creer que la crisis económica es como si fuera un
fenómeno natural, nos dicen que son cíclicas que vienen y se van, como si fuera
una tormenta o un terremoto. La crisis económica no es natural ni una maldición
divina, tiene nombres y apellidos. Los políticos que representan al capital, a
los mercados, lo saben bien. Nosotros tenemos la tarea de decir a la gente que
con su participación pueden cambiar las cosas. Pero tienen sus jueces, sus
medios de comunicación, la policía…
Y la represión pura y dura. El
SAT es uno de los sindicatos europeos más multados y con 650 personas
procesadas…
Sí,
nuestro sindicato ya tiene acumulado 1.000.000 de euros en multas. Cuando a ti
te van a quitar tu casa, piensas. “yo ya no ocupo más un supermercado”. Ellos
juegan con ese miedo. Pero a pesar de eso, el pueblo tiene que reaccionar. A
nosotros no nos da miedo la represión de Estado, nos da más miedo el silencio
de los pueblos. Si los pueblos del Estado español, que son 6.500 pueblos, se
levantaran un día y les dijeran a nuestros políticos, a los banqueros, a ese
10% de la población que nos gobierna y que no han dado un palo al agua en su
vida, que son unos ladrones, unos egoístas… si el pueblo se levantara, si se
levantara el trabajador, el campesino, el autónomo, el pequeño empresario… saldrían corriendo como ratas. El pueblo es
el dueño de la economía, del futuro, de la democracia. No podemos seguir
delegando en los que convierten la política en un privilegio.
¿Marinaleda es la expresión de
esto que nos está contando?
Yo
no sé si Marinaleda es el futuro o la expresión de algunas soluciones, pero lo
estamos intentando. Hay que intentar cosas nuevas cuando no funcionan las
viejas. En muchos pueblos donde gobernamos hay viviendas baratas, cooperativas,
participación ciudadana que amplía la democracia, se hacen muchas cosas. Yo
estuve 10 años de alcalde en mi pueblo y construimos 500 viviendas, la más cara
que vendimos, porque algunas se vendieron, fue por 15.000 euros, una vivienda
nueva. Y una parcela urbanizada para que la gente hiciera sus casas, la
vendimos por 1.200 euros. La renta de la vivienda más cara está en 40 euros, y
la más barata está en 15 euros. Es posible hacer otras cosas cuando no
especulas con el suelo. Los ayuntamientos no están para ganar dinero, o para
colocar a la familia o amigos, están para servir al pueblo.
Diego Cañamero, dirigente del SAT (foto: F. Sans)
¿Qué opina cuando la derecha
mediática le llama “asaltador de supermercados?
(Risas).
Asaltar es lo que ha hecho el gobierno con los pensionistas, y con la reforma
laboral, y con el dinero público que han dado a los banqueros. Lo nuestro es
denuncia, denuncia para llenarlos de vergüenza, para que se visualice que en la
Europa que ellos llaman del bienestar, hay hambre y la pobreza está llamando a
las puertas de muchos trabajadores. Ante esto, llevarse 4 o 5 carros de comida
como acción simbólica, es insignificante. Los señores de los eres de Andalucía,
los señores Bárcenas… esos sí que se han llevado carros de dinero. Tenemos la
obligación ética y moral de conseguir que la gente se revolucione y se movilice
para cambiar esta situación, y en ello estamos.