Las principales arterias de Bilbo están
totalmente repletas para acoger la manifestación por los derechos de los
presos políticos vascos, que se celebra bajo el lema "Euskal Herriak
konponbidea nahi du. Eskubide guztiekin euskal presoak Euskal Herrira", y
a la que le cuesta incluso avanzar.
La iniciativa popular Egin Dezagun Bidea había augurado que la
manifestación que hoy reivindica los derechos de los presos políticos
vascos iba a ser "colosal". Y no es para menos. Además de los 300
autobuses llegados desde todo Euskal Herria como de fuera –Madird o
Països Catalans, entre otros–, la calle Autonomía, así como el resto del
recorrido, aparece ya intransitable.
Los familiares de presos,
que este fin de semana no realizarán sus visitas para estar en Bilbo,
han recibido el calor y los aplausos de los presentes cuando han
comenzado a colocarse en lo que es la cabecera de la marcha. La lluvia
también ha hecho acto presencia y las primeras gotas de lluvia han
comenzado a caer con el inicio de la manifestación.
A los
organizadores les está costando lo indecible abrir paso a la
manifestación. La marcha se encuentra ya a la altura de la Plaza
Circular y, aunque se pretendía silenciosa, arrecian gritos en favor de
la liberación y la repatriación de los prisioneros políticos vascos.
Además de ikurriñas, los presentes portan banderas de Galiza, Asturias, Castilla o de Andalucía.
Agentes políticos y sindicales
Entre
los asistentes están, entre otros, Pello Urizar (EA), Maribi Ugarteburu
(izquierda abertzale), Patxi Zabaleta (Aralar), Oskar Matute
(Alternatiba), Txiki Muñoz (ELA) o Ainhoa Etxaide (LAB). Tampoco han
querido perderse la cita los diputados de Amaiur, con Xabier Mikel
Errekondo a la cabeza, o el diputado de ERC en el Congreso de Madrid,
Joan Tardà.
En declaraciones a los periodistas, Urizar ha
insistido en que la sociedad vasca reclama que "nadie bloque" el proceso
y que se sigan "dando pasos". En ese sentido, ha afirmado que "ha
llegado el momento de que los pasos dejen de ser unilaterales", para
convertirse en "bilaterales o multiraterales".
"Y los pasos se
tienen que dar también en los temas que son consecuencias del conflicto,
entre ellos también los presos", ha insistido. Urizar ha precisado que
"no se está pidiendo otra cosa que se cumpla la propia legislación
española", de manera que "la dispersión se termine" y que los presos
enfermos sean liberados.
En nombre de la izquierda abertzale,
Maribi Ugarteburu ha pedido a los gobiernos español y francés que
"observen con atención la fotografía" de la marcha y "se muevan" dando
"pasos" para "afianzar el camino hacia la normalización democrática de
este país".
Ugarteburu ha resaltado que "no se trata de una
minoría, de una sigla o de dos, sino que aquí van a juntarse personas de
muy diferentes ideologías en torno a una petición común: acabar ya con
la política carcelaria criminal dando pasos ya a corto plazo, que ya se
deberían haber dado dentro de la legislación vigente y sin ninguna
excusa".
Oskar Matute, de Alternatiba, ha confiado en que 2012
pueda ser "el año de las soluciones" en el que "se desatasquen los nudos
del conflicto" y ha emplazado al PP a ser "un agente activo de la
normalización política", en vez de "un obstáculo".
Momento de tensión
Un
cuarto de hora antes de iniciarse la marcha, se han producido unos
momentos de tensión al personarse en la cabecera un grupo de mandos de
la Ertzaintza para notificar a los convocantes de la marcha las
condiciones establecidas por el magistrado de la AN Fernando
Grande-Marlaska para autorizar la manifestación. Ocho furgonetas de la
Ertzaintza han atravesado una repleta calle Autonomía entre la
indiferencia de los asistentes.
La sociedad vasca sigue haciendo camino (Editorial de Gara)
Euskal
Herria afronta hoy un día de movilización general, con Bilbo como
epicentro, en el que decenas de miles de personas exigirán a los estados
español y francés que desactiven la política penitenciaria de excepción
que aplican a los represaliados vascos y que responde a criterios de
venganza y chantaje político, y que la sitúen en clave de solución. En
un escenario de cambio de ciclo, como el que vive en estos momentos
Euskal Herria, la situación de los presos se sitúa en el centro del
debate, y la sociedad vasca está mostrando en esta materia una
implicación extraordinaria, logrando que la manifestación sea un éxito
antes incluso de que comience.
Coincidiendo con una jornada que ya
ha sido calificada de histórica, GARA publica una entrevista con el
exprisionero irlandés Pat Sheehan, conocedor de primera mano del camino
emprendido en aquel país y el papel que en él jugaron los presos. Es, de
hecho, una constante en los procesos de solución de conflictos
políticos y armados en todo el planeta, en los que los represaliados han
jugado un papel importante. También por ese motivo, es obligado exigir
que se respeten los derechos de los prisioneros vascos y hacer lo
posible para que puedan hacer su aportación al proceso.Algo que al parecer aún no comprende o no quiere asumir Rodolfo Ares, que esta semana ha amenazado a la multitud que acudirá a Bilbo y ha tergiversado los objetivos de la marcha y lo que reclaman sus convocantes. La repatriación de los presos y presas, la derogación de la doctrina que les impone una cadena perpetua encubierta, y la excarcelación de quienes han cumplido la tres cuartas partes de la pena, así como la de aquellos que sufren enfermedades graves e incurables, son peticiones no solo legales y «viables», sino también compartidas por una amplia mayoría de la sociedad vasca. El consejero de Interior lo sabe, y por eso miente irresponsablemente, incapaz de soportar la imagen que esta tarde va a ofrecer la capital vizcaina.
Fuente: Gara