Del "activismo humanitario" a la oposición armada en Siria
por Fernando Casares
Hace unos días cientos de activistas sirios y extranjeros intentaron cruzar la frontera turca hacia Siria para llevar “ayuda humanitaria” en un convoy llamado “caravana de la libertad”. Este mismo convoy fue bloqueado por el gobierno sirio alegando que no necesitaban ninguna ayuda humanitaria externa.
Pero detrás de esta caravana humanitaria se ocultarían desestabilizadores y opositores armados.
Aparentemente, y según evidencias fotográficas, algunos miembros de
este convoy no son más que opositores armados del llamado Ejército
Libre de Siria que utilizan esta iniciativa “humanitaria” para
volver a operar dentro de Siria ya que escaparon a Turquía tras
participar en varias actividades armadas y terroristas, incluyendo las
masacres de Jisr Al-Shogour cometidos contra personal de seguridad de Siria en junio pasado.
Organizaron esta “Caravana de la Libertad” como una tapadera para entrar en Siria y reanudar sus actividades armadas.
En las siguientes imágenes podemos observar a uno de ellos cubierto
por la bandera opositora siria (que utiliza también el Ejército Libre
de Siria y el CNS) participando de esta iniciativa “humanitaria” en la
frontera turca y luego en sus actividades armadas:
Este tema nos recuerda al sintomático caso del integrante
libio-irlandés Mahdi Al Harati, integrante de la ONG IHH y tripulante
del Mavi Mármara en la “Flotilla de la Libertad” de 2010, que desde
Turquía emprendió viaje rumbo a Gaza para romper con el inhumano
bloqueo de Israel hacia la Franja. Luego se unió a las filas “rebeldes”
libias y participó de la masacre y genocidio al pueblo libio en la
toma de la ciudad de Trípoli, después de haber recibido 200.000 dólares
por parte de una agencia de inteligencia estadounidense para dicho
propósito. Como denunciamos en su día en éste artículo.
Mismo integrante que está hoy en suelo sirio, como reportó el corresponsal del periódico español ABC, Daniel Iriarte, y del que informamos en su día.
Todos estos casos nos permiten afirmar que existe una cada vez más
preocupante convergencia y peligroso contubernio entre ciertas
organizaciones humanitarias y activistas con grupos armados, entrenados y
financiados por países miembros de la OTAN.
El mundo del activismo humanitario occidental y pro occidental cada
día más desprestigiado. Es para reflexionar y tomar nota. ¿Por qué las
denuncias sobre estos escabrosos casos no vienen de las propias bases
de estas organizaciones humanitarias, desvinculándose así claramente de
estas personas?