NOS TRATAN A TODOS COMO RATAS
Ratas de laboratorio
La
semana pasada la politóloga, pensadora y activista francesa Susan
George inauguró en la Universidad de Valencia el IV Máster en Derechos
Humanos, Democracia y Justicia Internacional. Presidenta de honor de
ATTAC en Francia, George es desde hace algunos años uno de los grandes
referentes para los movimientos sociales, para los demócratas y para
todos los ámbitos políticos y sociales que luchan contra las
desigualdades y las injusticias que genera el capitalismo voraz. Y
comenzó su ponencia con una grave advertencia: la democracia está en
serio peligro, y lo está por el ataque de lo que ella denomina la clase
de DAVOS, que es la pequeña élite de las minorías neoliberales (empresas
transnacionales, altas finanzas y los gobiernos aliados a ellas); élite
que no representa ni el uno por ciento de la población y que es, sin
embargo, la responsable directa de la crisis y de todas sus
consecuencias.
Afirma la politóloga en esta entrevista que en
España el Estado “ha castigado a los inocentes y ha recompensado a los
culpables”. Antes de que estallara la crisis la deuda pública española
era muy moderada, pero el Estado cargó con la deuda privada de los
bancos y está robando, sí, robando, a los ciudadanos para favorecer a la
banca, responsable también de la burbuja inmobiliaria y del actual caos
económico. Efectivamente, la paradoja en este asunto es monumental, y
explica de manera meridiana la inmoralidad política de esos que están
empobreciendo a la sociedad mientras amparan a los corruptos y
enriquecen a la banca y a las clases más privilegiadas. En otras
palabras, un robo a mano armada.
Alega también Susan George que el paradigma político que estamos soportando se vivió en las mismas circunstancias en la Europa de los años 20 y 30. No es otro que el poder de la extrema derecha. Efectivamente, la precariedad social y económica suele ir pareja al avance de los fundamentalismos ideológicos y políticos, y ello como consecuencia de la sumisión y el repliegue ciudadano de su participación democrática y de su compromiso con la realidad social.
Alega también Susan George que el paradigma político que estamos soportando se vivió en las mismas circunstancias en la Europa de los años 20 y 30. No es otro que el poder de la extrema derecha. Efectivamente, la precariedad social y económica suele ir pareja al avance de los fundamentalismos ideológicos y políticos, y ello como consecuencia de la sumisión y el repliegue ciudadano de su participación democrática y de su compromiso con la realidad social.
La frase más significativa y gráfica de la
entrevista se refiere al límite de abuso que estamos sobrellevando los
españoles, y a la incapacidad de reacción que estamos mostrando frente a
ellos. Dice literalmente: “De hecho, creo que los griegos y los
españoles son como ratas de laboratorio para ver qué nivel de castigo y
sufrimiento puede ser aceptado por esta sociedad sin que la gente se
rebele”. Dicho por ella cobra protagonismo conceptual algo que viene
sufriendo la sociedad española desde hace tiempo: se nos está apretando,
sin piedad, la tuerca de lo intolerable, y se sigue, en base a una
crisis que crearon los mismos que nos están gobernando, apretando y
apretando hasta límites insostenibles.
¿Hasta qué y cuánto
seremos capaces de soportar? George afirma que la única solución posible
es la unión de los españoles. Y, en efecto, es la unión en bloque de
toda la sociedad la única salida posible al fascismo político y
económico que está acabando con las democracias europeas y con todo lo
que los españoles habíamos conseguido desde el final del franquismo. La
repulsa conjunta e implacable de todo recorte y toda medida injusta que
atente contra nuestro sistema democrático; la repulsa activa de los
abusos y las indecencias con que nos acometen en nombre de una crisis
prefabricada.
Porque los mismos que están recortando servicios,
derechos y libertades a los ciudadanos están beneficiando, nepotismo
incluido, a la misma élite responsable de la crisis que dicen que nos
asola. No nos asola la crisis, nos asolan los políticos que actúan como
sicarios a sueldo de esa élite que la creó. Porque nos están robando la
democracia, y porque democracia no significa apoyo a los mercados
financieros, sino,, significa el gobierno del
pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Ese pueblo al que el gobierno
actual está aplastando y expoliando, eso sí, con guante blanco y con
altísimas dosis de indecencia y de grosera manipulación.
Coral Bravo es doctora en Filología