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[Memoria histórica] Las 27 rosas andaluzas
Una película reconstruye la matanza de mujeres en Fuentes de Andalucía en 1936. El episodio da fe de la estrategia de terror aplicada por los fascistas durante la Guerra Civil.
Hace 75 años, durante el turbio verano de 1936, 27 mujeres
fueron asesinadas en una pequeña localidad de la provincia de Sevilla,
Fuentes de Andalucía, a manos del fascismo alzado en armas. Hechos
similares se repitieron durante aquel golpe de Estado que tardó en
traducirse en guerra civil. Pero José Luis Tirado (Sevilla, 1955) lo ha
usado como hilo
conductor de su nueva película,Fuentes de la memoria."Cuando
me planteo este tipo de documentales, me gusta partir de lo local para
abarcar lo global", asegura este artista plural, en el amplio sentido de
la palabra, que dio sus primeros pasos en la mítica revista La luna de Madrid y que cuenta con un sobrado pedigrí como dibujante, pintor, escultor o diseñador gráfico.
En Fuentes de la Memoria,
bajo su sello habitual de ZAP Producciones, con Manuel P. Vargas como
responsable del montaje y la banda sonora impactante de Fran M. M.
Cabeza de Vaca, Tirado nos receta, a lo largo de 85 minutos, una larga
batería de imágenes y palabras contra el olvido: "Hemos conseguido
fotografías increíbles, como una portada triunfal llena de esvásticas
nazis, o los nuevos amos del lugar,los falangistas, dando discursos a
los niños por la calle".
En el caso de esta pequeña localidad
sevillana, las ejecuciones sumarísimas comenzaron nada más proclamarse
el autodenominado alzamiento por parte del general Franco, durante el
mismo mes de julio. Inmediatamente, más de cien vecinos murieron por
supuestos hechos de guerra, aunque ninguno de ellos hubiera apretado
gatillo alguno."En Fuentes de Andalucía -afirma Tirado-, como
en tantos otros lugares de España, no hubo guerra, sino que el golpe de
Estado se impuso desde el primer momento con una estrategia clara de
terror. No pretendían simplemente vencer, sino aniquilar. Y, en muchos
casos, lo lograron".
"A las mujeres, por haber cobrado cualquier
protagonismo durante la República, los falangistas las llevaban hasta el
cortijo del Aguaucho, las obligaban a hacerles la comida y luego las
violaban, las torturaban y las acababan matando y arrojando a un pozo
al que cubrieron de cemento.Volvían al pueblo con sus bragas en la punta
de los fusiles. Todo esto se supo porque ellos mismos lo contaron a los
cuatro vientos, jactándose de su hazaña", rebusca entre sus recuerdos
uno de los testimonios recogidos en la película.
"Mataron a toda la familia"
"A
mi padre lo habían matado y después mataron a mi madre. Mataron a mi
abuela, mataron a mi tía. Yo es que no comprendo, porque, no es que uno
se conforme con la muerte de nadie, pero él estaba defendiendo una cosa,
que entre dos siempre unos ganan y otros pierden. Él perdió, pero
bueno, lo mataron. Pero lo que no se comprende es que mataran a la
suegra, mataran a la cuñada y mataran a mi madre, vamos es que mataron a
toda la familia", se duele en una de las secuencias del documental
Virtudes Ávila, hija de Francisco Ávila, quien fuera primer teniente de
alcalde de Fuentes en 1936 y que también fue asesinado. El mismo final
que sufrió su esposa, Carmen Estanislao, que se encontraba embarazada.
Su tía Josefa y su abuela Manuela Moreno también fueron fusiladas por
los fascistas.
La criba comienza de inmediato siempre y en todo
momento controlada por la autoridad militar", prosigue Espinosa,
consciente de que falangistas, requetés o pistoleros de la extrema
derecha eran los ejecutores, pero las órdenes procedían de la jerarquía
militar, con una voluntad clara de exterminio.Convertida en una
escalofriante película de miedo, la película llega a recrear, incluso,
aquella masacre, muy parecida a otras que recorren la espina dorsal de
toda la península: "La represión cubre un espectro amplísimo que
comienza de inmediato. Igual aquí en el suroeste, que en
Galicia",explica el historiador Francisco Espinosa.
"Estrategia del terror"
"Lo
que pretendo es, a partir de este suceso, analizar la estrategia del
terror que se llevó a cabo en Andalucía, en Extremadura, en buena parte
de Castilla, Galicia, Aragón, Rioja, Navarra, Baleares o Canarias, donde
la única guerra que hubo fue la de las tapias y las cunetas",
señala José Luis Tirado.
Su director define Fuentes de la memoria
como "un relato coral contra el olvido". Algunos testigos de los
hechos y familiares de las víctimas, historiadores y numerosos
documentos ayudan a reconstruir aquellapesadilla.
Ahora, un
monumento rendirá memoria a las víctimas de Fuentes de Andalucía, pero
durante la dictadura sólo hubo silencio: "Toda esta matanza del verano y
del otoño de 1936 no existe oficialmente. No existe porque no la
inscriben en el Registro Civil. No inscriben a nadie, absolutamente a
nadie. Y a su vez, las pruebas del delito, que son los cadáveres, los
llevan a fosas comunes con paletada de cal. Esa es la constante en toda
la provincia de Sevilla", afirma José María García Márquez, uno de los
investigadores que participan en esta producción.
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