El Doctor Hajo Meyer, de 86 años, quién estuvo detenido 10 meses el campo de concentración nazi de Auschwitz, realizó críticos comentarios hacia Israel durante una gira por Escocia. Meyer indicó que hay paralelos entre el tratamiento a los Judíos durante la Segunda Guerra Mundial y la situación actual de los Palestinos a manos de los Israelíes.
2012-03-05 / Fuente: heraldscotland.com - traducción: palestinalibre.org
Hajo Meyer, sobreviviente de Auschwitz y critico de la política Israelí hacia los Palestinos.
“Los israelíes tratan de deshumanizar a los Palestinos, tal como los Nazis intentaron deshumanizarme a mí.
Nadie debería deshumanizar al otro.”
El Doctor Meyer nació en Bielefeld, Alemania, en 1924. Después de Noviembre de 1938 se le prohibió asistir a la escuela, por lo que huyó a Holanda. En 1944, después de pasar un año escondido, fue atrapado por la Gestapo y enviado al campo de concentracion de Auschwitz. Ahí permaneció durante 10 meses. Hoy vive en Holanda y es autor de tres libros sobre Judaísmo, el Holocausto y el Sionismo.
Para Meyer la definición de “anti-semita” ha cambiado. “Antes, anti-semita era alguien que odibada a los Judíos por ser Judíos. Hoy anti-semita es alguien que es odiado por los Judíos”.
Como vocero de la Red Internacional de Judíos Anti-Sionistas, Meyer precisa que criticar a Israel “no es lo mismo” que criticar a los Judíos.
Mick Napier, activista escocés por la causa palestina: “Los palestinos están felices de tenerlo como aliado de su causa. Hajo entiende el abuso que hace Israel de la trágica historia del Holocausto para defender sus propios crímenes. Desde Gaza, la gente ya no cree que cualquiera que critique a Israel es anti-semita”.
Cámaras contra la violencia: Palestinos filman los ataques israelíes
En lugar de alzarse en armas para luchar contra los ataques a la población civil que se producen en las Colinas de Hebrón y en la Autonomía Palestina, los habitantes locales encontraron una nueva arma: las cámaras.
2012-03-09 / Fuente: RT en Español -Los colonos israelíes atacan a los palestinos, durante la recolección de la aceituna, cerca de Hebrón. Foto Archivo: AFP
Esta idea, respaldada y generada desde los colectivos activistas que luchan por los derechos humanos, permite que la comunidad internacional pueda descubrir lo que realmente sucede en esta conflictiva zona.
“Cuando los colonos ven las cámaras no se comportan como lo hacen normalmente. La cámara no los ha detenido, pero sí cambió su forma de atacar. Ahora lo hacen casi siempre de noche, cuando es imposible grabarlos o simplemente nos registran en busca de alguna cámara”, cuenta Nasser A-Nawajah, un ciudadano palestino que fue víctima directa de la brutalidad de los soldados israelíes.
Un militar hebreo lo arrojó al suelo y lo empezó a golpear, pero gracias a su cámara y a su amigo (que la pudo encender a tiempo), Nasser posee ahora pruebas de lo sucedido.
Los ataques de los colonos extremistas son un gran problema para los activistas de los derechos humanos israelíes, que también hacen responsable por estas situaciones de abuso al Gobierno israelí.
La portavoz del centro israelí de derechos humanos, Sarit Michaeli, opina que la razón más importante de estos ataques contra los palestinos y sus propiedades es la falta de voluntad por parte de las autoridades israelíes de hacer cumplir la ley, lo que envía un claro mensaje a los colonos violentos. "Pueden actuar con impunidad y no tendrán que responsabilizarse por sus acciones", explica Michaeli.
Se trata sin duda, de un hostigamiento constante en el que la política de crear asentamientos de colonos judíos es una de las partes.
Los colonos judíos prenden fuego a las mezquitas, dejan pintadas en las murallas e incluso disparan a la gente del lugar. Según el ministro de la Autoridad Palestina Maher Ghoneim, el objetivo principal de los atacantes israelíes "es tomar el control de toda la tierra y expulsar a los palestinos”.
Las pruebas de la violencia en tierras palestinas quedan grabadas cada vez en más dispositivos de vídeo y los activistas de los derechos humanos no dejan de acompañarlas con sus denuncias.
En medio de estos enfrentamientos, el desarrollo del problema solo parece ir en dos posibles direcciones: o el primer ministro israelí cumple con su promesa de frenar ola de extremismo en la zona o el pueblo palestino seguirá sufriendo un sinfín de vejaciones y agresiones.
La calle Shuhada, un símbolo de la ocupación israelí en la ciudad de Hebrón
Siendo la columna vertebral del centro de Hebrón, la calle Shuhada une el norte y el sur de la ciudad, y se extiende aproximadamente a lo largo de 1km. de oeste a este. Al recorrerla se pasa por los principales mercados, la Ciudad Vieja, la Tumba de los Patriarcas y la Mezquita al-Ibrahimi, así como los asentamientos israelíes.
2012-03-08 / Fuente: Luz Welles, Centro de Información Alternativa
El Acuerdo de Hebrón en 1997 dispuso la división de Hebrón en dos áreas: H1, bajo control de la Autoridad Palestina, y H2 -zona donde se habían establecido los asentamientos israelíes-, bajo control israelí. Según datos de Al-Haq, en la zona H2 residen 35.000 palestinos y 600 israelíes. Asimismo, se acordó que Israel permitiría nuevamente el tráfico de vehículos en la calle Shuhada, ubicada en la zona H2. Así es como hasta el comienzo de la segunda Intifada la sección prohibida de la calle fue abierta y cerrada alternativamente. A los colonos israelíes, sin embargo, se les ha permitido moverse libremente.
A partir de octubre de 2000 con el estallido de la segunda Intifada, se agudizaron las restricciones impuestas para los palestinos. Sin haber presentado una orden militar correspondiente para su cierre, el Ejército prohibió a los palestinos circular en automóvil a lo largo de toda la calle e incluso caminar a lo largo del tramo comprendido entre el asentamiento de Avraham Avinu y asentamiento Bet Hadassah. Junto a la prohibición del tráfico palestino en calles adyacentes, esto ha producido una debacle económica en el centro de la ciudad.
Según cifras del informe elaborado en 2007 por B´Tselem y ACRI (Asociación para los Derechos Civiles en Israel), 304 tiendas y almacenes a lo largo de la calle Shuhada cerraron y las oficinas municipales y gubernamentales palestinas que estaban en la calle fueron trasladadas al área H1. También se tomó control de la estación central de colectivos, convirtiéndola en una base militar. La mayor parte de las propiedades en o adyacentes a la calle Shuhada fueron abandonadas o cerradas por orden militar.
Quienes aún viven en la calle son forzados a ingresar a sus propios hogares por entradas laterales, ya que se les impide usar las entradas principales de la calle. En los casos en que las entradas laterales no están disponibles, los residentes trepan por las escaleras que conducen a los techos de los edificios para llegar finalmente hasta sus hogares.
A partir de 2007, la Administración Civil comenzó a emitir permisos temporales a algunos residentes palestinos que viven en la calle, permitiéndoles ingresar y salir de sus viviendas a través de la entrada principal de la calle. Dichos permisos debían ser renovados cada 3 meses y se extendieron únicamente en 4 ocasiones, por lo que los residentes de la calle volvieron a tener que utilizar las entradas laterales o los techos.
En 2005, la municipalidad de Hebrón y ACRI solicitaron a la Corte Suprema de Justicia israelí abrir la calle y permitir el movimiento palestino, el Estado permitió a los palestinos caminar en la calle, aunque la prohibición de apertura de tiendas y el tráfico de vehículos siguiera en vigor. De todos modos, el ejército siguió evitando que los peatones palestinos usaran la calle. En respuesta a una nueva solicitud hecha por ACRI al Juez Abogado General, se planteó que el ejército sostiene que la calle debe permanecer cerrada "por razones de seguridad", sin delinear las razones.
División de una calle del centro de la ciudad antigua de Hebrón junto a un puesto militar. Los palestinos tienen permitido caminar únicamente por el costado del bloque de cemento. Foto: Luz Welles
Al día de hoy, la prohibición de circulación de los palestinos en la calle Shuhada sigue siendo un hecho, demostrando una política de separación discriminatoria. El centro de la ciudad de Hebrón pasó de ser un animado foco comercial a un pueblo fantasma.
Fuentes: Al Haq, B´Tselem, Association for Civil Rights in Israel (ACRI)
Centro de Información Alternativa (AIC), Jerusalén.