dilluns, 30 de juliol del 2012

La muerte del príncipe Bandar

Siria parece haber eliminado a Bandar ben Sultan en represalia por el atentado de Damasco


Red Voltaire 
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Aunque las autoridades de Arabia Saudita no han anunciado aún la noticia, la muerte del príncipe Bandar ben Sultan ben Abdelaziz Al Saud acaba de ser confirmada a la Red Voltaire por una fuente oficiosa.
El príncipe Bandar acababa de ser nombrado jefe de los servicios secretos de Arabia Saudita el 24 de julio de 2012, promoción interpretada como una recompensa por haber organizado el atentado perpetrado en Damasco el 18 de julio. Aquel día, los servicios secretos de Arabia Saudita, con el apoyo logístico de la CIA, lograron volar la sede de la Seguridad Nacional siria mientras se reunía allí el grupo sirio de crisis. Los generales Assef Chaukat, Daoud Rajha y Hassan Tourkmani murieron en aquel atentado y el general Hicham Ikhtiar fallecie poco después a causa de sus heridas. Aquella operación, designada como «Volcán de Damasco», dio además la señal de ataque contra la capital siria a un ejército de mercenarios, provenientes en su mayoría de Jordania.

El 26 de julio, el propio príncipe Bandar fue víctima de un atentado con bomba, reportado por los medios yemenitas. Al parecer, el príncipe falleció posteriormente a causa de la gravedad de sus heridas.
Personaje brillante y cínico, el príncipe Bandar tenía 63 años. Era hijo del príncipe Sultan (quien se mantuvo inamovible como ministro de Defensa de Arabia Saudita desde 1963 hasta su fallecimiento, en 2011) y de una esclava. Hombre de confianza del rey Fadh, Bandar fue embajador del monarca en Washington durante todo su reinado, de 1983 a 2005. Como embajador en Washington, Bandar ben Sultan se vinculó con George H. Bush, siendo este último vicepresidente de Estados Unidos. El príncipe se convirtió incluso para Bush padre en un «hijo adoptivo», a tal punto que la prensa estadounidense comenzó a llamarlo «Bandar Bush». Verdadero genio en materia de acción secreta, el príncipe Bandar organizó el contrato armamentista Al-Yamamah, logrando malversar así más de mil millones de libras esterlinas, según las fuentes oficiales británicas. Utilizó ese dinero, y muchas otras sumas, para financiar el accionar a través del mundo de diversos grupos yihadistas, entre los que se encuentra al-Qaeda.

A principios de 2010, el príncipe Bandar trató de derrocar al rey Abdala para poner en el trono a su propio padre, el príncipe Sultan. El complot fracasó y Bandar fue expulsado del reino, pero al declinar la salud del actual monarca, el príncipe Bandar logró volver a Arabia Saudita un año más tarde. Desde el fallecimiento del príncipe Sultan, Bandar se había convertido en el jefe de facto de la casa de los Sudairis, que es el clan de los halcones en el seno de la familia real de Arabia Saudita.

La muerte del príncipe Bandar constituye un terrible golpe para todo el dispositivo de acción secreta de los occidentales en el mundo musulmán. En sólo una semana, Siria parece haber montado una espectacular operación de represalia.

dissabte, 28 de juliol del 2012

Lau Haizetara Gogoan.

Se informa que los grupos memorialistas que conforman Lau Haizetara Gogoan, entre ellos Sare Antifaxista, se han adherido a la Querella 4591/10 abierta en Buenos Aires contra el franquismo por genocidio y crímenes de lesa humanidad.
Adjuntamos el texto de adhesión y denuncia, elaborada y presentada por Lau Haizetara Gogoan.


TESTIMONIO PARA LA QUERELLA 4591/10 PRESENTADA AL JUZGADO Nº 1 DE BUENOS AIRES, REPÚBLICA ARGENTINA.
Como Presidente de la Asociación Lau Haizetara Gogoan, por mandato de la Asamblea General celebrada el 3 de julio de 2012 y de la consiguiente Junta Directiva celebrada tras aquella, EXPONE:
http://euskalherria.indymedia.org/media/2012/07//81510.pdf

¿Revolucionarios o Contras?

Ejército Sirio Libre: ¿Revolucionarios o Contras?


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Desde hace 18 meses, Siria se ha visto inmersa en una serie de desórdenes que han ido en aumento hasta convertirse en un conflicto que ya ha causado la muerte de unas 20 000 personas. Si bien existe un consenso sobre estos hechos, también es cierto que existen importantes divergencias en las narraciones e interpretaciones de esos hechos.

Según los Estados occidentales y sus medios de prensa, los sirios aspiran a vivir en democracias de mercado al estilo occidental. Así que, siguiendo los escenarios de Túnez, Egipto y Libia correspondientes a la «primavera árabe», los sirios se habrían levantado para derrocar al dictador Bachar al-Assad, quien a su vez no tardó en reprimir las manifestaciones de forma sangrienta. Los occidentales quisieran poner fin a la masacre, pero los rusos y los chinos se oponen a ello, ya sea por interés o por desprecio a la vida humana.

Mientras tanto, los Estados que no aceptan la dominación estadounidense y sus medios de prensa estiman, por el contrario, que Estados Unidos ha desatado contra Siria una acción ya preparada desde hace mucho tiempo. También estiman que, procediendo al principio a través de sus aliados regionales y, ya más tarde, de forma directa, Estados Unidos ha infiltrado en Siria bandas armadas que han desestabilizado el país, siguiendo el modelo de los Contras ya utilizados anteriormente en Nicaragua. Pero estos elementos han logrado muy poco apoyo en el plano interno y se han visto derrotados mientras Rusia y China impiden que la OTAN liquide al ejército sirio, lo cual invertiría la ecuación regional.

¿Quién dice la verdad? ¿Quién se equivoca?

En Siria, los grupos armados no defienden la democracia sino que luchan contra ella

En primer lugar, la interpretación de los acontecimientos registrados en Siria como un episodio de la «primavera árabe» es una ilusión en la medida en que la llamada «primavera» está lejos de ser una realidad. No es más que un eslogan publicitario tendiente a dar una imagen positiva a toda una serie de hechos heteróclitos. Si bien es cierto que en Túnez, Yemen y Bahréin sí se produjeron revueltas populares, tal cosa no sucedió ni en Egipto ni en Libia. En Egipto, las manifestaciones en las calles se limitaron a la capital y a la participación de un sector de la burguesía. El pueblo egipcio nunca se sintió, absolutamente en ningún momento, implicado en el espectáculo televisivo de la plaza Tahrir [1]. En Libia tampoco se produjo una revuelta política sino un movimiento separatista surgido en la región de Cirenaica en contra del poder de Trípoli y que sirvió de pretexto a la intervención militar de la OTAN, intervención militar que costó la vida a unas 160 000 personas.

La estación libanesa NourTV se anotó un resonante éxito con la transmisión de una serie de programas de Hassan Hamade y Georges Rahme titulada «La primavera árabe, de Lawrence de Arabia a Bernard-Henri Levy». Los autores de la serie desarrollan la idea de que la «primavera árabe» es un remake de la «revuelta árabe» de 1916-1918, orquestada por los británicos en contra de los otomanos. Esta vez, los occidentales han manipulado las situaciones para derrocar a una generación de líderes e imponer a la Hermandad Musulmana. De hecho, la «primavera árabe» cae en la categoría de publicidad engañosa. En estos momentos, Marruecos, Túnez, Libia, Egipto y Gaza están siendo gobernados por una hermandad que, por un lado, impone un orden moral mientras que, por el otro, apoya el sionismo y el capitalismo seudoliberal, o sea los intereses de Israel y de los anglosajones. Desaparece así la ilusión. Varios autores, como el sirio Said Hilal Alcharifi hablan ahora, en tono de burla, de la «primavera otánica».

En segundo lugar, los dirigentes del Consejo Nacional Sirio (CNS) y los comandantes del Ejército Sirio Libre (ASL) no son precisamente demócratas en el sentido de que estén dispuestos a favorecer «un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo», según la fórmula de Abraham Lincoln, recogida en la Constitución francesa. Por ejemplo, el primer presidente del CNS fue Burhan Galioun, profesor en una universidad francesa. Ghalioum no era para nada «un opositor sirio perseguido por el regimen» ya que entraba y salía libremente de Siria. Tampoco era, como ahora pretende serlo, un «intelectual laico» ya que era el consejero político del argelino Abbassi Madani, presidente del Frente Islámico de Salvación (FIS), actualmente refugiado en Qatar. Su sucesor, Abdel Basset Syda [2], sólo hizo su aparición en el mundo de la política en estos últimos meses y rápidamente resultó ser un simple ejecutor de los deseos estadounidenses. 

Desde el momento mismo de su elección a la cabeza del CNS, el señor Syda se comprometió no a defender la voluntad de su pueblo sino a aplicar la «hoja de ruta» que Washington redactó para Siria, titulada The Day after. Los combatientes del Ejército Sirio Libre también están lejos de ser militantes de la democracia. Reconocen la autoridad espiritual del jeque Adnan al-Arour, predicador takfirista que llama a derrocar y matar a Bachar al-Assad, no por motivos políticos sino únicamente porque el presidente sirio es alauita, lo cual lo convierte en un hereje a los ojos del jeque. Todos los oficiales del ESL que han podido ser identificados son sunnitas y todas las brigadas del ESL llevan nombres de figuras históricas sunnitas. Los «tribunales revolucionarios» del ESL condenan a muerte a sus opositores políticos (no sólo a los partidarios de Bachar al-Assad) y a los infieles, que son degollados en público. El programa del ESL consiste en acabar con el régimen laico instaurado por el Baas, el PSNS y los comunistas y prevé la instauración de un régimen confesional estrictamente sunnita.

El conflicto sirio fue planeado por los occidentales

Es de público conocimiento el deseo occidental de acabar con Siria, y ese elemento es más que suficiente para explicar los actuales acontecimientos. Recordemos algunos hechos que no dejan lugar a dudas sobre la premeditación que caracteriza los acontecimientos [3].

La decisión de imponer la guerra a Siria fue adoptada en una reunión en Camp David, por el presidente George W. Bush, el 15 de diciembre de 2001, justo después de los espectaculares atentados de Nueva York y de Washington. En aquel momento, lo previsto era intervenir simultáneamente en Siria y en Libia para demostrar que Estados Unidos podía intervenir en dos teatros de operaciones al mismo tiempo. El testimonio del general Wesley Clark, ex comandante supremo de la OTAN, demuestra la existencia de esa decisión, que encontró la oposición del propio Clark.

En 2003, en el momento de la caída de Bagdad, el Congreso estadounidense adoptó dos leyes que instruían al presidente de Estados Unidos para que preparara una guerra contra Libia y otra contra Siria (la Syria Accountability Act).
En 2004, Washington acusó a Siria de esconder en su territorio las armas de destrucción masiva que no lograba encontrar en Irak. Aquella acusación naufragó cuando se admitió que nunca existieron las famosas armas de destrucción masiva y que sólo fueron un pretexto para invadir Irak.
En 2005, después del asesinato de Rafik Hariri, Washington trató de entrar en guerra contra Siria, pero no pudo hacerlo porque el país árabe retiró su ejército del Líbano. Estados Unidos montó entonces una serie de testimonios falsos para acusar al presidente al-Assad de haber ordenado el atentado y creó un tribunal internacional de excepción para juzgarlo. A la larga, Estados Unidos se vio obligado a retirar sus acusaciones falsas al ser reveladas sus propias manipulaciones.

En 2006, Estados Unidos comenzó a preparar la «revolución siria» mediante la creación del Syria Democracy Program. Se trataba de crear y financiar grupos prooccidentales de oposición, como el Movimiento por la Justicia y el Desarrollo. Al financiamiento oficial del Departamento de Estado se agregó un financiamiento secreto de la CIA, a través de una asociación californiana llamada Democracy Council.
También en 2006, Estados Unidos puso en manos de Israel el desencadenamiento de una guerra contra el Líbano, con la esperanza de implicar a Siria para poder intervenir. Pero la rápida victoria del Hezbollah hizo fracasar aquel plan.

En 2007, Israel atacó a Siria al bombardear una instalación militar en la llamada Operación Orchard. Una vez más Siria mantuvo su sangre fría y no se dejó arrastrar a la guerra. Posteriores verificaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica demostraron que el blanco del ataque no era una instalación nuclear, desmintiendo así las afirmaciones de los israelíes.
En 2008, en la reunión que la OTAN organiza bajo la denominación de Grupo de Bilderberg, la directora del Arab Reform Initiative, Bassma Kodmani, y el director de la Stiftung Wissenschaft und Politik, Volker Perthes, expusieron brevemente ante la crema y nata de Estados Unidos y Europa las ventajas económicas, políticas y militares de una posible intervención de la OTAN en Siria.
En 2009, la CIA creó varios instrumentos de propaganda dirigidos hacia Siria, como los canales BaradaTV, con sede en Londres, y OrientTV, en Dubai.

Agreguemos a esos elementos históricos la realización en El Cairo, durante la segunda semana de febrero de 2011, de una reunión a la que asistieron John McCain, Joe Lieberman y Bernard-Henri Lévy, personalidades libias como Mahmud Jibril –el entonces segundo personaje en importancia de la Yamahiria– y personalidades sirias como Malik al-Abdeh y Ammar Qurabi. Aquella reunión dio la señal para las operaciones secretas que comenzaron simultáneamente en Libia y Siria (el 15 de febrero en Bengazi y el 17 en Damasco).

En enero de 2012, los departamentos estadounidenses de Estado y de Defensa crearon el grupo de trabajo The Day After. Supporting a democratic transition in Syria, que redactó simultáneamente una nueva constitución para Siria y un programa de gobierno [4].
En mayo de 2012, la OTAN y el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) crearon el Working Group on Economic Recovery and Development of the Friends of the Syrian People, bajo la copresidencia de Alemania y de los Emiratos Árabes Unidos. En el marco de ese grupo, el economista sirio-británico Ossam el-Kadi elaboró una repartición de las riquezas sirias entre los países miembros de la coalición, repartición que se aplicaría a partir del «día siguiente», o sea después del derrocamiento del régimen sirio por parte de la OTAN y del CCG [5].

¿Revolucionarios o contrarrevolucionarios?

Los grupos armados no surgieron de las manifestaciones pacificas de febrero de 2011. Aquellas manifestaciones denunciaban, efectivamente, la corrupción y reclamaban más libertades, mientras que los grupos armados –como acabamos de ver– provienen del islamismo.

Una terrible crisis económica afectó las regiones rurales durante los últimos años, debido a las malas cosechas, erróneamente interpretadas como desgracias pasajeras, cuando en realidad eran consecuencia de cambios climáticos duraderos. A lo anterior se agregaron errores cometidos en la aplicación de reformas económicas que desorganizaron el sector primario. Ello provocó un importante éxodo rural que el gobierno ha sabido enfrentar y una deriva sectaria de campesinos que el gobierno no tuvo en cuenta. En numerosas regiones, el hábitat rural no estaba concentrado en aldeas sino disperso en forma de granjas aisladas. Nadie se dio cuenta de la verdadera envergadura de ese fenómeno, hasta que se reagruparon sus adeptos.

En definitiva, en el seno de la sociedad siria, que representa el paradigma de la tolerancia religiosa, se desarrolló una corriente takfirista. Esa corriente sirvió de base a los grupos armados, que a su vez han sido abundantemente financiados por las monarquías wahabitas (Arabia Saudita, Qatar, Sharjah) [6]. Ese dinero proveniente del exterior atrajo nuevos combatientes, entre los que se hayan parientes de víctimas de la represión masiva del sangriento y fracasado golpe de Estado de la Hermandad Musulmana, en 1982. El móvil de esas personas es a menudo más personal que ideológico. Se trata sobre todo de una búsqueda de venganza. Atraídos por el dinero fácil, numerosos delincuentes e individuos que ya tenían problemas con la justicia se unieron a esos elementos: cada «revolucionario» recibe una suma que representa 7 veces el salario medio sirio. Y finalmente, también comenzaron a llegar profesionales que ya han combatido en Afganistán, Bosnia, Chechenia o Irak. En primera fila de estos se encuentran los hombres de al-Qaeda en Libia, lidereados por el propio Abdelhakim Belhaj [7]. Los medios de prensa los presentan como yihadistas, lo cual es totalmente inapropiado ya que en el Islam no se concibe la guerra santa contra correligionarios. Se trata, ante todo, de mercenarios.

La prensa occidental y la prensa de los países del Golfo insisten en la presencia de desertores entre los miembros del ESL, lo cual no deja de ser cierto. Lo que sí es falso es que hayan desertado luego de haberse negado a reprimir manifestaciones políticas. El perfil de los mencionados desertores corresponde casi siempre a los casos ya descritos anteriormente. En todo caso, en un ejército de 300 000 hombres siempre será posible encontrar fanáticos religiosos y delincuentes.

Los grupos armados utilizan una bandera que sustituye la franja roja de la actual bandera siria por una franja verde y que presenta tres estrellas, en vez de dos. La prensa occidental califica esa bandera de la franja verde y las tres estrellas como «la bandera de la independencia», ya que estuvo en vigor al proclamarse la independencia de Siria, en 1946. Esa es, en realidad, la bandera del mandato francés que se mantuvo en vigor durante la época de la independencia formal del país (de 1932 a 1958). Las tres estrellas representan los tres distritos confesionales de la época del colonialismo (alauita, druso y cristiano). Así que esa bandera no es ciertamente un símbolo revolucionario. En realidad es todo lo contrario, ya que equivale a proclamar el deseo de prolongar el proyecto colonial, el proyecto del Acuerdo Sykes-Picot de 1916 y del rediseño del «Medio Oriente ampliado».

Durante los 18 meses de acciones armadas, estos grupos armados se han estructurado y, más o menos, han ido coordinándose. La gran mayoría se encuentra actualmente bajo las órdenes de Turquía, con la etiqueta del Ejército Sirio Libre. Pero la realidad es que se han convertido en milicias de la OTAN, ya que el cuartel general del ESL se encuentra incluso en la base aérea de la OTAN de Incirlik, en Turquía. Los islamistas más duros han formado sus propias organizaciones o se han unido a al-Qaeda. Se hallan bajo control de Qatar o de la rama sudairi de la familia real saudita [8]. De hecho, dependen de la CIA.

Esta conformación progresiva, que comienza entre campesinos pobres para terminar con un flujo de mercenarios, es idéntica a la que tuvo que enfrentar Nicaragua cuando la CIA organizó a los Contras para derrocar a los sandinistas, o a lo que enfrentó Cuba cuando la CIA organizó el desembarco de Bahía de Cochinos para derrocar a los castristas. Y es ese precisamente el modelo que hoy siguen los grupos armados sirios: en mayo de 2012, los contrarrevolucionarios cubanos organizaron en Miami una serie de seminarios para entrenar a sus homólogos sirios en la realización de acciones de guerrilla urbana [9].

La CIA aplica los mismos métodos en todas partes. Fue por eso que los Contras sirios concentraron su accionar militar en la creación de bases fijas (aunque ninguna de ellas logró sobrevivir, ni siquiera el emirato islámico de Baba Amro), en la realización de sabotajes contra la economía (destrucción de la infraestructura e incendios intencionales en las grandes fábricas) y, finalmente, en el terrorismo (descarrilamiento de trenes de pasajeros, atentados con autos-bomba en lugares céntricos y asesinatos contra líderes religiosos, políticos y militares).
Como consecuencia de esas acciones, el sector de la población siria que, al principio de estos acontecimientos, podía albergar alguna simpatía hacia los grupos armados creyendo que estos representaban una alternativa al régimen actual, poco a poco ha ido alejándose de ellos.

De manera para nada sorprendente, la batalla de Damasco consistió en hacer converger hacia la capital los 7 000 combatientes que se hallaban dispersos en el país y ejércitos de mercenarios que estaban a la espera en los países limítrofes. Decenas de miles de Contras trataron de penetrar en Siria desplazándose simultáneamente en numerosas columnas de camionetas (pick-up) y prefiriendo atravesar el desierto en vez de circular por las autopistas. Los bombardeos aéreos frenaron a una parte de esos invasores, que se vieron obligados a regresar por donde mismo vinieron. Otros, luego de apoderarse de varios puestos fronterizos, lograron llegar hasta la capital, pero no encontraron allí el apoyo popular que esperaban. Por el contrario, la propia población guió a los soldados del ejército nacional en la tarea de identificarlos y sacarlos de sus posiciones. Al final, los Contras tuvieron que batirse en retirada y anunciaron que, a falta de tomar Damasco, tomarían Alepo. Eso demuestra que los participantes en las revueltas no son los habitantes de Damasco ni los de Alepo sino combatientes provenientes del exterior.

Infiltración de Contras a través del desierto, cerca de Dara.
En contraste con la impopularidad de los grupos armados, hay que señalar la popularidad del ejército nacional sirio y de las milicias de autodefensa. El Ejército Árabe Sirio es un ejército de reclutas, o sea un ejército popular. Resulta impensable que ese ejército pueda ser utilizado como instrumento de represión política. Desde hace poco, el gobierno autorizó la formación de milicias por barrios, y distribuyó armas a los ciudadanos que se comprometieron a dedicar 2 horas de su tiempo a la defensa de su barrio, bajo las órdenes de miembros del ejército.

Pasando gato por liebre

En su época, al presidente estadounidense Ronald Reagan le costó mucho trabajo presentar a sus Contras como «revolucionarios». Creó para ello una estructura de propaganda, el Buró de Diplomacia Pública, cuya dirección puso en manos de Otto Reich [10]. Este último sobornó a periodistas en la mayoría de los grandes medios de la prensa estadounidense y de Europa occidental para que intoxicaran al público. Entre otras cosas, echó a rodar el rumor de los que sandinistas disponían de armas químicas y que existía el riesgo de que las utilizaran contra su propio pueblo. Hoy en día, la propaganda se dirige desde la Casa Blanca, y lo hace el consejero adjunto para la seguridad nacional a cargo de las comunicaciones estratégicas, Ben Rhodes, quien está aplicando los mismos viejos métodos y nuevamente ha recurrido, contra al Assad, al rumor de las armas químicas.

En colaboración con el MI6 británico, Rhodes ha logrado imponer una estructura fantasma como principal fuente de información de las agencias de prensa occidentales: el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH). Los medios no han cuestionado nunca la credibilidad de esta firma, a pesar de que sus afirmaciones han sido desmentidas por los observadores de la Liga Árabe y por los observadores de la ONU. Esa estructura fantasma, sin locales, personal ni conocimientos, se ha convertido incluso en LA fuente de información de las cancillerías europeas desde que la Casa Blanca convenció a estas últimas de retirar de Siria a su personal diplomático.

En espera del contacto para una transmisión en vivo, el corresponsal de Al-Jazeera Khaled Abu Saleh se comunica telefónicamente con su redacción, sostiene que Baba Amro está siendo bombardeada y organiza una serie de efectos sonoros para demostrarlo. El señor Abu Saleh participó en la 3ª Conferencia de los Amigos de Siria como invitado de honor del presidente francés Francois Hollande.

Ben Rhodes organizó también una serie de espectáculos para periodistas en busca de emociones fuertes. Para ello se crearon dos turoperadores, uno en el gabinete del primer ministro turco Edogan y el segundo en el gabinete del ex primer ministro libanes Fouad Siniora. Se invitó a los periodistas a entrar ilegalmente en Siria con la ayuda de guías contratados al efecto. Durante meses se estuvo ofreciendo la posibilidad de viajar, desde la frontera turca, para visitar una aldea en la montaña, donde era posible hacer sesiones fotográficas con los «revolucionarios» y «compartir la vida diaria de los combatientes». Posteriormente, a los más deportivos se les proponía un viaje desde la frontera libanesa para ir a visitar el emirato islámico de Baba Amro.

Lo más extraño es que numerosos periodistas descubrieron falsificaciones enormes, sin que ello los llevara a sacar conclusión alguna. Por ejemplo, un célebre reportero fotográfico filmó a los «revolucionarios» de Baba Amro quemando neumáticos para producir un humo negro que daría la impresión de que el barrio estaba siendo bombardeado. Ese reportero transmitió las imágenes a traves de Channel4 [11], pero siguió afirmando que había sido testigo del bombardeo contra Baba Amro que reportaba el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.

Por su parte, el New York Times reveló que fotos e imágenes de video transmitidas por el servicio de prensa del Ejército Sirio Libre en las que aparecen sus valerosos combatientes fueron montadas como una obra de teatro [12]. Las armas que aparecen en esas imágenes son en realidad juguetes que reproducen armas reales. A pesar de ello, el New york Times no pone en duda la existencia de un ejército de desertores que contaría con unos 100 000 hombres.

Lectura de una declaración del Ejército Sirio Libre. Los valerosos «desertores» son actores que portan armas de juguete.

Siguiendo un esquema clásico, los periodistas prefieren mentir antes que reconocer que han sido manipulados. Después de ser engañados una vez, siguen participando, ya conscientemente, en el desarrollo de la mentira a pesar de haberla descubierto. Queda por saber si ustedes, lectores de este artículo, también prefieren mirar para otro lado o apoyar al pueblo sirio frente a la agresión de los Contras.

Víctimas del franquismo denunciarán a ministros y jueces de la dictadura


QUERELLA CONJUNTA

Víctimas del franquismo denunciarán a ministros y jueces de la dictadura

Conforman una plataforma vasca para presentar una querella conjunta
Cuentan con el apoyo de la juez argentina que investiga los crímenes del régimen
 
Elene Arrazola - Sábado, 28 de Julio de 2012 - Actualizado a las 05:07h


Josu Ibargutxi, Manuel Blanco, Sabin Arana y Chato Galante, en Buenos Aires, tras reunirse con la jueza María Servini de Cubría.
Josu Ibargutxi, Manuel Blanco, Sabin Arana y Chato Galante, en Buenos Aires, tras reunirse con la jueza María Servini de Cubría.

PAMPLONA. "La posibilidad de sentar en el banquillo a los responsables del franquismo existe. Y vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para hacerlo". Con esta seguridad se presenta Josu Ibargutxi, uno de los responsables de la recién constituida Plataforma Vasca para la Querella contra los Crímenes del Franquismo. Este nuevo organismo, que agrupa a 14 entidades que trabajan por la recuperación de la memoria, se ha propuesto denunciar a los ministros y jueces del franquismo. Y para ello, cuenta con la colaboración de María Servini de Cubría, la jueza argentina que ha interpuesto una querella en su Juzgado por los crímenes ocurridos durante el franquismo. Saben que no será una tarea fácil, pero confían en que "este resquicio a la esperanza se convierta en una bola de nieve que termine por arrasar los restos del régimen que perduran".

Tal y como explica Ibargutxi, la idea de arremeter jurídicamente contra los responsables de la dictadura surgió hace unos meses, a raíz de la investigación abierta por la letrada argentina para esclarecer los crímenes ocurridos entre los años 1936 y 1977. Los organismos que conforman la plataforma llevaban años intentando exigir responsabilidades, pero siempre se topaban con el mismo muro: "La Ley de Amnistía de 1977, que exime de cualquier culpa a los franquistas". Ni el juez Garzón ni otras personalidades ni organismos internacionales consiguieron rebasar esta traba, pero ahora confían en que la causa abierta por la jueza argentina contra el franquismo sirva para "resquebrajar el muro de la impunidad de los protagonistas vivos del régimen".
"Es inconcebible que Martín Villa, Fraga Iribarne y muchos otros responsables de crímenes de guerra hayan campado a sus anchas por una ley que fue aprobada antes de que se celebraran las primera elecciones democráticas o se constituyera el Parlamento. Es hora de derogarla porque incluso Amnistía Internacional, la ONU y el Ararteko han manifestado que es ilegal", argumenta este eibarrés.

Los integrantes de la plataforma recuerdan que los delitos de genocidio y lesa humanidad "ni prescriben ni pueden ser amnistiados por ningún tipo de ley de punto final" y por eso se aferran a la causa abierta desde el continente americano. "Tenemos la posibilidad de asestar un golpe muy importante al inmovilismo y exigir justicia, verdad y reparación", declara Ibargutxi, portavoz a su vez de Goldatu, que conforma la plataforma junto con Altafaylla kultur elkartea, el sindicato CNT, Durango 1936, Euskal Memoria, Eusko Lurra, Egiari Zor, Garraxika, Gernika batzordea, Intxorta 1937, Lau Haizetara Gogoan, Martxoak 3, Oroituz y Sare Altifaxista.

Viaje a Argentina En representación de todas estas agrupaciones, el pasado mes de abril, Chato Galante y Manuel Blanco, representantes de La Comuna (organización de expresos y represaliados del Estado), así como el propio Josu Ibargutxi y su compañero de Goldatu Sabin Arana se desplazaron a Argentina para entrevistarse con la jueza Servini de Cubría.

Durante más de ocho horas, aportaron sus testimonios y le hicieron llegar alrededor de 40 querellas de personas tristemente conocidas como Salvador Puig Antich (asesinado a garrote vil en 1974), Humberto Baena (fusilado en 1975 junto con dos compañeros del FRAP y Txiki y Otaegi), Andoni Arrizabalaga (torturado e indultado de la pena de muerte en 1969), Enrique Gesalaga (proceso de Burgos) y Germán Rodríguez (asesinado por la Policía en los Sanfermines de 1978).
La jueza tomó nota de los relatos, al tiempo que envió a un equipo de su gabinete jurídico a Madrid para seguir recabando información. Tal y como adelantan desde la plataforma, Servini de Cubría viajará el próximo 10 de septiembre a España para continuar in situ con la investigación. Y, a petición de la Plataforma Vasca para la Querella contra los Crímenes del Franquismo, también visitará Euskadi para proseguir con la toma de declaraciones entre las víctimas vascas.

Por de pronto, ya se han contabilizado 46 querellas, pero los impulsores de la iniciativa esperan alcanzar el centenar en Euskal Herria y el millar en el resto del Estado. "Con esta marea de querellas tenemos que conseguir enterrar los restos físicos, ideológicos y políticos del franquismo y acabar con el nudo gordiano que nos dejó el dictador y tan celosamente mantiene la actual monarquía borbónica", apuntan desde la plataforma.

Por ello, invitan a todas las personas afectadas a denunciar las situaciones que sufrieron durante el franquismo a través de tres formas: presentando una querella, una denuncia o rellenando el formulario que se puede descargar en la página web de Goldatu (www.goldatu.org). "Cualquiera de estas tres fórmulas servirá para participar en la causa abierta en Argentina y reivindicar la dignidad y la justicia para las personas afectadas y para Euskal Herria", indican.

dijous, 26 de juliol del 2012

CAMPAÑA DE APOYO A LA QUERELLA ARGENTINA CONTRA LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO

Tod@s podemos participar para poner fin a la inpunidad del franquismo: Querella 4591/10



En los textos que siguen a continuación tienes una documentación remitida por los abogados argentinos que llevan la campaña por la Querella contra el franquismo. 

CAMPAÑA DE APOYO A LA QUERELLA ARGENTINA CONTRA LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO

1.-  PRESENTACIÓN DE LA CAMPAÑA DE APOYO A LA QUERELLA: Tod@s podemos participar para poner fin a la impunidad del franquismo

2.- FORMAS DE PARTICIPACIÓN EN LA QUERELLA: Modalidades para participar en la causa abierta en Argentina por la represión franquista ante la visita de la jueza al Estado Español.

3.-  ESCRITO DE ADHESIÓN A LA QUERELLA: Apoyo  a  la  querella  argentina  contra  los  crímenes  del franquismo

TOD@S PODEMOS PARTICIPAR PARA PONER FIN A LA IMPUNIDAD DEL FRANQUISMO

Como es públicamente conocido el 14 de abril de 2010 se interpuso una querella ante un juzgado en lo penal de Argentina por los delitos de genocidio y/o crímenes de lesa humanidad cometidos en el Estado Español por la dictadura franquista entre el 17 de julio de 1936, comienzo del golpe cívico-militar, y el 15 de junio de 1977, fecha de celebración de las primeras elecciones democráticas.

Fue presentada por familiares de víctimas y asociaciones sociales y de derechos humanos argentinas y españolas. A ella se han sumado ya, o se preparan para hacerlo en lo inmediato, cientos de querellantes y denunciantes particulares, represaliados en la última etapa de la dictadura y asociaciones diversas: culturales, sociales, sindicales, etc.

La querella se fundamenta jurídicamente en el principio de jurisdicción o justicia universal, conforme al cual los tribunales de justicia de cualquier país pueden y deben actuar cuando se cometen crímenes que afectan y ofenden a la comunidad internacional.

En aplicación de este principio actuaron, a partir del año 1996, los tribunales españoles respecto de los crímenes contra la humanidad cometidos por las dictaduras argentina y chilena. Sus actuaciones, impulsadas por el juez Baltasar Garzón, fueron refrendadas por las más altas instancias judiciales españolas convirtiéndose en una referencia internacional de primer orden.

Hechos como la detención de Pinochet en Londres durante más de 500 días o la condena al represor argentino Scilingo a más de mil años de prisión por parte del Tribunal Supremo de España –ese mismo Tribunal Supremo que hoy se niega a que sean investigados los crímenes del franquismo–, entre otras muchas medidas que incluyeron el dictado de cientos de órdenes internacionales de detención, contribuyeron decisivamente a poner fin a la impunidad en Argentina y Chile.

Esa impunidad se albergaba en leyes similares a la Ley de Amnistía española que, como las leyes de punto final y obediencia debida en el caso argentino, habían sido aprobadas en forma ampliamente mayoritaria por un Parlamento elegido democráticamente, lo que no impidió su anulación. Hoy, en aquellos países, hay cientos de condenados y procesados por la comisión de crímenes de igual naturaleza que los perpetrados por la dictadura en el Estado Español.

El Tribunal Supremo pretende que Ley de Amnistía exima a la jurisdicción española de investigar los crímenes de la dictadura. Soslaya dos cuestiones trascendentes: que esta ley fue dictada antes de que se promulgara la Constitución, en consecuencia debe interpretarse en el sentido de que no puede oponerse al derecho a la justicia y a la protección de los derechos fundamentales de los seres humanos que la Constitución proclama y, por tanto, al juzgamiento de los responsables de crímenes contra la humanidad; y que, antes de que se dictara, España se había comprometido internacionalmente a perseguir a quienes cometieran hechos delictivos según los principios generales del derecho internacional, aún en el supuesto de que dicha persecución no estuviera prevista en el derecho interno. Crímenes imprescriptibles que, además, y según consolidada legislación y jurisprudencia nacional e internacional, deben ser investigados y castigados independientemente del lugar o la fecha en que se cometieron .

No sólo se pretende volver a desaparecer a los desaparecidos, sino también hacer desaparecer a sus desaparecedores. Se quiere impedir que se conozcan sus crímenes, sus nombres, los de los asesinos, los de los torturadores, los de los secuestradores de niños. Se arguye falazmente que todos están muertos, como si los muertos y sus familiares no necesitaran de justicia, y se omite intencionadamente que hay cientos de víctimas y represores vivos y que estos últimos pueden y deben ser juzgados y sancionados penalmente. Se prevarica y se encubre a sabiendas de que se está haciendo eso.

Como acreditan los casos antes mencionados, la actuación de tribunales extranjeros es un arma poderosa en manos de los pueblos para combatir la falta de justicia en el propio país. Se convierte, entre otros factores, en una denuncia internacional contra la impunidad; garantiza que las víctimas puedan declarar ante un juez; permite llevar adelante las investigaciones judiciales que son negadas en el territorio en que se cometió el crimen; posibilita que los responsables sean llamados a prestar declaración y, en todo caso, que,  existiendo indicios sólidos de su participación criminal, se dicte prisión contra los mismos librándose al efecto órdenes internacionales de detención; revela que, ante la persecución internacional y el riesgo de ser detenidos allí donde se los encuentre, el único lugar del mundo en que gozan de impunidad es aquél en que perpetraron el delito.

La jueza argentina María Servini de Cubría, ante la cual recayó la investigación, ha dado ya importantes pasos para hacer avanzar el procedimiento. El último de ellos, el pedido de información a las autoridades españolas sobre la existencia y ubicación de fosas comunes y datos personales completos (y confirmación de que están vivos) de aquellos que aparecen en el procedimiento como presuntos autores de los crímenes investigados: torturadores; jueces que dictaron sentencia de muerte  o  manifiestamente  injustas;  ministros  responsables  de  haber  ordenado  matanzas  o  que  se  negaron  al otorgamiento de indultos; miembros de los altos mandos de las fuerzas represivas y dirigentes de Falange; directivos de empresas que se beneficiaron del trabajo esclavo; responsables del secuestro, apropiación y sustitución de identidad de menores de edad, etc.

Entre las medidas solicitadas por los querellantes y acordadas por la jueza se encuentra la de su viaje al Estado Español, que se producirá previsiblemente en los próximos meses. Su objetivo es tomar declaración a todas aquellas personas que deseen presentarse como querellantes, denunciantes o testigos en la causa. A este efecto recibirá testimonios en la embajada argentina en Madrid y de ser posible en otras ciudades, además de visitar sitios emblemáticos de la represión franquista.

La querella argentina constituye un sólido eslabón en la larga lucha por conseguir verdad, justicia y reparación. Para su éxito es condición necesaria que sea promovida y apoyada por un vasto movimiento social.

En hojas adjuntas se explican las distintas modalidades de participación en la querella, incluso la de aquellos que sin haber sido víctimas directas de la represión estiman que el conjunto de la sociedad ha sido agredida por la misma y quieren hacerse presentes en la causa abierta en Argentina.

MODALIDADES PARA PARTICIPAR EN LA CAUSA ABIERTA EN ARGENTINA POR LA REPRESIÓN FRANQUISTA ANTE LA VISITA DE LA JUEZA AL ESTADO ESPAÑOL

Las distintas formas para participar en la causa abierta en Argentina por la represión franquista son las siguientes:
1)   Como querellantes: el querellante debe ser víctima directa o tener una relación de parentesco, de cualquier grado que sea, con la víctima de hechos que puedan estar comprendidos entre los crímenes contra la humanidad/genocidio (asesinatos, torturas, secuestros, etc.) cometidos durante el período abarcado por la mencionada causa (desde el 17 de julio de 1936 y hasta el 15 de junio de 1977). Esta es la modalidad de participación más activa en el proceso: el querellante puede impulsar la marcha del proceso, solicitar diligencias, proporcionar elementos de prueba, argumentar sobre ellos, y presentar recursos.
Aquellos que ya hayan presentado la querella deberán ratificarla ante la jueza durante su visita.

2)   Como denunciantes:  puede presentar una denuncia ante la jueza encargada de la causa toda persona que se considere lesionada por   uno de los hechos mencionados en el párrafo 1), o que, sin haber sido víctima del mismo, tenga noticias de su comisión.

3)  Como testigos: las personas que hayan tenido conocimiento de la perpetración de uno de los hechos mencionados en el párrafo 1) y puedan aportar datos relativos a las circunstancias en que se produjo, quiénes fueron los afectados, quiénes los responsables, etc.

 4)    Como adherentes: cualquier persona que desee manifestar su apoyo a esta causa.

5)   Asociaciones: pueden participar en cualquiera de las modalidades descritas, a través de sus representantes legales.

REQUISITOS APLICABLES A QUERELLANTES

1. Un poder especial para pleitos otorgado ante notario, con la apostilla de La Haya, para ser presentado ante el juzgado argentino que tramita la causa 4591/10 caratulada “N.N. s/genocidio” del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal nº1 – Secretaría nº 1, de la ciudad de Buenos Aires – República Argentina. Los abogados actuantes en este momento son los siguientes:
David Baigún; Máximo Castex; Ricardo Daniel Huñis; Ana Messuti; Carlos Alberto Slepoy y Beinusz Szmukler, todos ellos con domicilio profesional en Avda. Corrientes 1515 – 2ª A – ciudad de Buenos Aires – República Argentina y nº de teléfono 4374 5507, y Héctor Luis Trajtemberg y Carlos Mariano Zamorano, ambos con domicilio profesional en Avda. Corrientes 1785 – 2º C – ciudad de Buenos Aires – República Argentina y nº de teléfono 4371 3939.

2. Los datos de identificación personal, acompañados de fotocopias de las partidas de nacimiento (o libro de familia) que acrediten      la     relación     de     parentesco      con      la     víctima     directa      en     el     caso     de     familiares.

3. Relato pormenorizado de las circunstancias del delito – una descripción clara y precisa de los hechos: asesinatos, secuestros (“paseos”), juicios ante Consejos de Guerra o ante tribunales especiales (como el Tribunal de Orden Público), detenciones ilegales; torturas etc; procurando que todos estén ordenados por orden cronológico. El escrito debe ser breve.

4. Documentos (compulsados por el organismo pertinente para que el declarante pueda guardar los originales), tales como partidas de nacimiento y defunción de la víctima, en su caso; documentos que acrediten el parentesco del denunciante, si la víctima es un familiar; sentencia de muerte en su caso; sumarios judiciales o de Consejos de Guerra; constancia de los lugares en el que haya estado detenido (la víctima directa o el familiar); testigos de los hechos, si los hubiera, con indicación en este caso de sus datos personales y domicilio para que puedan ser citados por el Juzgado y, en general, cualquier elemento de prueba que sea útil para acreditar los hechos.

5. Si no se tuvieran pruebas como las señaladas, sino sólo   conocimiento general de los hechos, puede  presentarse igualmente la querella. En ese caso serán importantes los testimonios concurrentes de dos o más personas sobre un mismo hecho, un mismo lugar de detención, un mismo represor, etc. Sin embargo, aunque no se puedan obtener dichos testimonios, dado el contexto en que se cometieron los hechos (crímenes contra la humanidad/genocidio), será admisible la descripción de los mismos por parte del querellante.

6. Identificación lo más precisa posible de los represores si se pudiera.

7. Actuaciones que se hayan realizado, en su caso, sean de carácter judicial o administrativo, en procura  de que fueran reparados los daños, identificados los responsables, etc., y resultado de las mismas.

REQUISITOS APLICABLES A DENUNCIANTES
Los señalados en los apartados 3) y 6) anteriores así como cualquier tipo de documentación o prueba que pueda corroborar la denuncia.
Ésta se debe canalizar preferentemente en forma personal ante el propio Juzgado cuando se instale en el Estado Español. A tal efecto deben ponerse en contacto con los abogados actuantes (residentes en Madrid: Carlos Slepoy y Ana Messuti) o con las asociaciones que están participando en la causa, para que se les instruya sobre los detalles de la comparecencia y se solicite que por el Juzgado se fije fecha para la declaración.
Los interesados pueden solicitar a las asociaciones a las que pertenezcan o a Carlos Slepoy (carlosslepoy@vergara25abogados.com) o Ana Messuti (anamessuti@gmail.com) los modelos correspondientes a las modalidades en que deseen participar, así como la información adicional que necesiten.

TIPO DE DOCUMENTO PARA MANIFESTAR APOYO:
APOYO A LA QUERELLA ARGENTINA 4591/10 CONTRA LOS CRÍMENES DEL FRANQUISMO
Don ……………………………………………………………, con documento de identidad nº ……………………. y domicilio en ………………………………………………………….. ,en relación con la causa por genocidio y/o crímenes de lesa humanidad cometidos por la dictadura franquista, ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 1 de la República Argentina, a cargo de la Jueza Dra. María Servini de Cubría, me presento y digo que:
Deseo manifestar que la impunidad de la que han gozado y gozan los autores de delitos calificados en la normativa internacional como crímenes contra la humanidad y la situación de desamparo en que se encuentran las víctimas del genocidio, que no han recibido por parte del Estado español ningún tipo de reparación judicial por los enormes daños que han sufrido, afectan a todo el entramado social damnificado por la falta de justicia.
Expreso por todo ello mi caluroso y decidido apoyo a la querella argentina 4591/10 contra los crímenes del franquismo, en la convicción de que constituirá un sustancial aporte para poner fin a la impunidad y conquistar la verdad y la justicia que nos son debidas.

En……………..a……… de…………………de 2012

Ana Palacio no es disléxica

PASANDO A FRANCO POR LA DERECHA

                                                                                  Euclides PERDOMO
A los sufridos intérpretes que tuvieron que descifrar las palabras (¿) de Ana Palacio en su deslumbrante desempeño como ministra de Exteriores.


Ana Palacio no es disléxica. O, en su defecto, no lo es por escrito. O no lo es su jefe de gabinete. O no lo son todos los escribidores de su gabinete. Sí, ya sé, todos sabemos que, cuando abría la boca mientras era ministra, su incoherente farfulleo parecía un síntoma clarísimo de esa enfermedad pero no. Estábamos equivocados y nos lo acaba de demostrar firmando galanamente –y ella solita-, su artículo “Un alegato por España” (El País, 21.julio.2012)
La señora Palacio no es disléxica sino gárrula pues sólo a una bocazas se la ocurre pontificar sobre las bondades y los males de La Patria cuando, dado su historial belicista, debería esconderse debajo de las piedras. Recordemos: Ana Palacio fue ministra de Exteriores (2002-2004) en uno de los gobiernos del señor Aznar de Botella. Bronquista, perdonavidas y jactanciosa por genética, opusdeísmo y por su cargo, invadió el peñón de Perejil buscando, sin duda, una guerra contra el vecino imperio sarraceno. Al no conseguirlo en ‘nuestro’ patio trasero, se fue hasta Washington y, postrándose ante Bush II, logró que la inmarcesible gloria del ejército español brillara un poco más lejos, concretamente en la invasión de Irak (2003) Huelga añadir que fue pura casualidad que luego vinieran los atentados de Casablanca y de Atocha y la que te rondaré morena.
Ahora bien, por la boca muere el pez. Gracias al artículo que firma –ella solita-, el neofascismo que actualmente se ensaña con los españoles ha mostrado sus cartas. La profunda pensadora Ana Palacio (en adelante, AP), nos ha desvelado lo que realmente quieren sus compinches. Y, como era de (des)esperar, sus intenciones no pueden ser más canallescas. Nos lo demuestra un somero análisis de sus amenazas a las que clasificaremos según sus varias clases de mentiras.
[Por pura comodidad, seguiremos el orden expositivo de AP. Pero, por respeto a la lengua castellana, porque no es imprescindible y por asco insuperable, evitaremos en lo posible citarla textualmente]
Mentiras fácticas
Uno. Los nacionalistas no compartieron con el resto de los súbditos de la Monarkía Bananera la histeria colectiva desatada por un reciente triunfo futbolero. Más aún, ni siquiera los que no somos nacionalistas, ni periféricos ni centralistas, lo compartimos. Las histerias, se las dejamos a los psiquiatras.
2. Pocas semanas después, de aquella histeria –euforia, para ella-, ¿quién la recuerda? Dejando a un lado la propaganda mediática que aprovecha el mínimo pretexto futbolero para rellenar sus páginas veraniegas, nadie.
3. España, Singapur e Irlanda no representan los mayores éxitos económicos del último cuarto del siglo XX. Esos (supuestos) méritos corresponden evidentemente a China en particular y, en general, a los BRICS. Como ente de razón y –sin que, en su caso, ello tenga relación causal- hasta como ex ministra de Exteriores, Palacio no debería confundir las pulgas caseras con los elefantes exóticos.
4. El señor Juan Carlos Borbón no lideró la transición a la democracia. Ningún rey ha liderado jamás ninguna pérdida de sus propios privilegios. Ni la liderará ningún pistolero porque ello supondría tener que abandonar su entrenamiento. Y el señor Borbón ha practicado el deporte olímpico del tiro desde su juventud, cuando lo ensayaba en familia –Estoril, Semana Santa 1956, contra su hermanito Alfonso- hasta su senectud, cuando la perjudicada fue la Naturaleza africana -Botswana, 2012, contra el elefantito Dumbo Aminoguana-.
5. Durante el tardofranquismo o neo-democratismo –léase, la Transacción-, los españoles no “sentían el temor de que resucitaran las hondas divisiones de la Guerra Civil”. Esas divisiones perduran y perdurarán. Lo que temían –temen- los españoles era que los franquistas siguieran asesinando por los siglos de los siglos. Visto el ingente número de víctimas de la impoluta Transacción, tal temor no puede tildarse de paranoico.
6. El partido neofascista en el que milita AP no ganó las últimas elecciones generales con un programa que “exigía la racionalización del gasto”. Semejante simpleza la podemos defender incluso nosotros; a fin de cuentas, ¿conoce AP alguien que defienda el gasto irracional? Durante la campaña electoral, lo que predicó el neofascismo patrio fue la creencia en pajaritos preñados –y dos huevos duros-.
Mentiras por omisión
Una. Ni por casualidad o error la señora Palacio utiliza la palabra dictadura cuando tiene que referirse al franquismo. Franco simplemente ‘muere’ y el franquismo es definido como ‘la era de Franco’, época que, huelga añadirlo, para ella termina abruptamente gracias a la Santa Transición. Por lo tanto, también es pura casualidad que los Millán-Astray, Fernández-Cuesta, Mariscal de Gante, Ruiz-Gallardón y no digamos Botín, familiares en primer grado de sus antecesores biológicos y políticos, controlen hoy los aparatos estatal y empresarial.
2. No se recata al apoyar su delirio neofascista con una cita de Eric Hobsbawm. Pero omite que es una cita descontextualizada y, faltaría más, omite que Hobsbawm es un historiador marxista. Naderías, posible travesura de algún asesor. Aunque también pudiera ser que AP piensa que ‘del cerdo se aprovecha todo’.
3. Se nota que la Iglesia está esperando al otoño porque los ungidos suponen que para entonces la plebe estará ablandada tras el bombardeo de la artillería gubernamental y ellos podrán comenzar su ofensiva inundando al país con agua bendita. Se nota porque no la menciona AP, su hija dilecta. Ni siquiera tira de la mugrienta ficha del papel conciliador que, desde el tardofranquismo, supuestamente desempeñan los obispos. Bueno, suponemos que AP habrá obtenido previamente el nihil obstat porque, de lo contrario, estaría en pecado mortal y no la salvaría ni el atenuante de la estrategia.
Mentiras de propina
Una. Aquí se nota que el equipo de ‘asesores’ ha tirado de las fichas más amarillentas: la culpa la tienen las autonomías, los emigrantes y las Cajas de Ahorro entendidas como “la peor semblanza –sic- de la propiedad pública”. De añadir algún comentario, le pediríamos a su jefe de gabinete que actualice el fichero pero, bah, ni eso se merece.
2. España no cuenta con “algunas de las mejores infraestructuras de Europa”. Esto es un chauvinismo de saldo cuya bravucona insensatez se descubre con solo cruzar los Pirineos. Si de verdad se lo cree AP –extremo que dudamos-, ello demostraría que ni siquiera en su época de ministra viajó por Europa. Claro, como ella sólo volaba a Washington, pues luego pasa lo que pasa.
Mentiras extremadamente gordas
Una. El franquismo no “ofreció a los trabajadores seguridad en el empleo y unos sólidos derechos de negociación colectiva”. Lo único que ofreció el régimen esclavista de Franco fue lo mismo que ahora ofrecen sus herederos: palo y tentetieso. La (escasa) seguridad en el empleo y los (débiles) contratos colectivos de antaño fueron conquistados a un altísimo precio por los trabajadores.
2. La “galopante tasa de desempleo” actual no se origina en las colosales ventajas laborales regaladas graciosamente por Franco sino a un cúmulo de factores entre los que, por abreviar, destacaríamos dos: la pentasecular prepotencia de los bancos –fraguada con el maldito oro de las Yndias-, y la impunidad de los franquistas enquistados en todos los Poderes –han buscado la recesión porque tienen enormes reservas pero también por puro sadismo-.
Resumen
Recapitulemos: para AP nos quiere hacer creer que el furbo lo arregla todo, que todos los españoles somos iguales en todo, que hay demasiados funcionarios –pues haber empezado a recortar según y dónde cuando era ministra-, que la debilidad de la ciencia española se debe a que abandonamos el sistema franquista de formación profesional –ya, Pemán y López Ibor como científicos de fama universal-, que no somos competitivos porque la universidad es pésima, carencia que se solventaría imitando a la universidad del furbo. Etcétera. Y la traca final: que la culpa de la crisis la tienen las veleidades sindicalistas de Franco. Sic en mayúsculas.
Señora AP, hágaselo mirar. No pase a Franco por la derecha. Comprendemos que su familia y usté sean de comunión diaria –siendo tan pecadores, falta les hace-, pero, por favor, a nosotros no nos haga comulgar con ruedas de molino.
Volvamos a recapitular: siguiendo las enseñanzas de AP, el neofascismo español, como máxima expresión del neoliberalismo, se caracteriza por:
su futbolismo en contabilidad B, su centralismo, su propagandismo -¡dominar la tele!-, su cateta cazurronería –olvida los BRICS y créete eso de las mejores infraestructuras-, su idolátrico monarquismo, su ahistoricismo –al retorcer la Historia y negar a sus padres, los neofascistas nacen por generación espontánea-, su irracionalismo –pajaritos preñados, pío pío-, su parasitismo –que no se entere Hobsbawm-, su confesionalismo, su islamofobia, su  xenofobia, su belicismo…
Pero, en especial, por su mendacidad congénita y compulsiva. Mienten hasta cuando sueñan que son más franquistas que Franco. Sueño húmedo –de sangre- que nunca podrán alcanzar porque los primeros franquistas no mentían: Mola teorizó que sólo gracias al Terror lograrían la victoria y Franco lo instauró proclamando a los cuatro vientos que exterminaría a media España para mantenerse en el Poder.
Finalmente, AP firma –solita, repetimos-, el Alegato/Manifiesto/Pasquín en su calidad de “miembro del Consejo de Estado”. Muy apoltronados deben estar en ese flamboyantísimo Consejo para que les sea necesaria una sobredosis de imaginación como la regurgitada por AP. Lástima que la imaginación no sea arbitraria ni, por ende, esté al alcance de cualquiera. Y menos de los mendaces.

THIERRY MEYSSAN : IRÁN ?

Thierry Meyssan: ¿Por qué tendría yo que repudiar la voluntad de los iraníes?
 
 
 
 Mi reciente artículo "La CIA y el laboratorio iraní" [...] Y es que Irán no es un Estado cualquiera. Al igual que la Francia de 1789 y de la Rusia de 1917, el Irán de 1979 desencadenó un proceso revolucionario que contradice aspectos fundamentales del modelo «occidental» triunfante, y lo hizo a partir de una fe religiosa. Treinta años más tarde, nosotros, los «occidentales», seguimos viendo el pronunciamiento del Pueblo iraní como una condena moral hacia nuestro propio modo de vida, o sea hacia la sociedad de consumo y el imperialismo. En revancha, no logramos encontrar la calma más que persuadiéndonos a nosotros mismos de que la realidad es sólo un sueño y de que nuestros sueños son la realidad. Dicho de otra forma: los iraníes quisieran vivir como nosotros, pero no pueden hacerlo por culpa de una terrible banda de sacerdotes con turbantes.

Cuando se trata de explicar el Irán moderno a los que quisieran entenderlo, ni siquiera sé por dónde empezar. Treinta años de propaganda han creado una multitud de imágenes falsas, imágenes que habría que desmontar una por una. Luchar contra la mentira es una tarea muy difícil y la coyuntura no es la más favorable para hacerlo. Me gustaría hacer solamente algunas observaciones previas.

La revolución islámica fue fuente de grandes progresos: los castigos corporales se hicieron excepcionales, el derecho sustituyó a la arbitrariedad, las mujeres han alcanzado un nivel educacional que sigue en aumento, todas las minorías religiosas están protegidas –con la desgraciada excepción de los Baha’is–, etc. Cuando se abordan cada uno de esos temas, mientras que Occidente encuentra execrable al régimen iraní, los iraníes piensan por su parte que éste régimen es mucho más civilizado que la cruel dictadura del Shah, impuesta por Londres y Washington.

La revolución islámica tiene mucho aún muchos logros que alcanzar y tiene que lograr manejar ese sistema político, típicamente oriental, que, en aras de que cada cual encuentre en él su lugar, multiplica la cantidad de estructuras administrativas y lleva a la parálisis institucional.

Por supuesto, en la época del Shah existía también una burguesía occidentalizada que se daba la gran vida. Enviaba a sus hijos a estudiar en Europa y despilfarraba alegremente en las fiestas de Persépolis. Hasta que la revolución islámica abolió los privilegios de aquella burguesía. Son sus nietos los que hoy se lanzan a la calle, con el apoyo de Estados Unidos. Quieren reconquistar lo que perdieron sus familias, y ese algo no tiene nada que ver con la libertad.

En pocos años, Irán recuperó el prestigio que había perdido. Su Pueblo se enorgullece de haber aportado su ayuda a los palestinos y a los libaneses, ofreciéndoles medios para la reconstrucción de sus casas, destruidas por Israel, y armas para defenderse y recuperar su dignidad. Irán socorrió a los afganos y a los iraquíes, víctimas de regímenes prooccidentales y, posteriormente, víctimas de los propios occidentales. Esa solidaridad, los iraníes han tenido que pagarla a un precio extremadamente alto, han tenido que pagarla haciendo frente a la guerra, al terrorismo y a las sanciones económicas.

Por mi parte, yo me considero un demócrata. Yo doy la mayor importancia a la voluntad popular. No entendí por qué había que proclamar la victoria de George W. Bush sin terminar el conteo de los votos de los electores estadounidenses de La Florida. Tampoco entendí por qué, como lo hizo la burguesía de Caracas, había que felicitar a Pedro Carmona por encarcelar a Hugo Chávez, el presidente que el Pueblo venezolano había elegido. No entiendo por qué hay que llamar «Señor Presidente» a Mahmoud Abbas cuando impide la elección de sucesor secuestrando a los representantes del Pueblo palestino en los calabozos israelíes. No entiendo por qué se está preparando la aplicación del Tratado Constitucional Europeo, con un nombre diferente, cuando ese tratado fue rechazado por los electores europeos. Y en este momento, no veo en nombre de qué fantasmas tendría yo que alentar a la población de los barrios del norte de Teherán a pisotear el sufragio universal, y a imponer a Mousavi en el poder cuando el Pueblo se pronunció mayoritariamente por Ahmadinejad.


Fuente: Red Voltaire

El Proyecto Imperialista Anglo-Estadounidense

El Plan Yinon de Israel para el Nuevo Siglo Américano

- El "Nuevo Siglo Americano", lejos de ser una fantasía conspiranoica, es un sólido proyecto elaborado por el ala neoconservadora (los neocon) del Partido Republicano.
- Este proyecto concreta los nuevos retos de Estados Unidos para asegurar su hegemonía mundial.
- Estos retos se concretan en recuperar América Latina, después de la aparición de gobiernos izquierdistas en el subcontinente, en asegurar la posición de Israel en Oriente Medio, y en impedir que China se convierta en la primera economía mundial.
- Para la puesta en marcha de este proyecto global, sus artífices sugirieron a finales del siglo pasado que sería necesario un evento que unificara las lealtades del pueblo norteamericano hacia su Gobierno y le facilitara a este poner en marcha el proyecto. Unos años después, los autores del proyecto se integrarían en el equipo ejecutivo de la Administración Bush.

No a la Guerra Imperialista

El Proyecto Imperialista Anglo-Estadounidense
sionismo-imperialismo
Por Andrew G. Marshall
Establecer un “arco de crisis”
Muchas personas tendrían dudas de que británicos y estadounidenses estén detrás de actos terroristas en Iraq, como los británicos en Basora cuando dos soldados británicos del regimiento especializado en operaciones clandestinas fueron capturados disfrazados de árabes, con explosivos y un abundante arsenal [1]. ¿Por qué serían cómplices los británicos en orquestar el terrorismo en la misma ciudad en la que están para proporcionar seguridad? ¿Qué propósito habría detrás de ello? Esta pregunta nos lleva a otra incluso más importante, la de por qué se ocupó Iraq, de cuál fue el objetivo de la guerra contra Iraq. Si, como nos suele decir nuestra dosis diaria de CNN, SkyNews y las declaraciones de los altos cargos públicos, la respuesta es propagar la democracia y la libertad, y librar al mundo de la tiranía y del terrorismo, entonces no tiene sentido que británicos y estadounidenses estén orquestando el terrorismo.
Sin embargo, si la respuesta a la pregunta de por qué ocurrió la invasión anglo-estadounidense no era propagar la democracia y la libertad, sino propagar el miedo y el caos, sumir al país en una guerra civil, balcanizarlo y crear un “arco de crisis” por todo Oriente Próximo que implique a los países vecinos, en especial a Irán, entonces el terrorismo es un medio muy eficaz y eficiente para tal fin.
Un estrategia imperialista
En 1982 Oded Yinon, un periodista israelí vinculado al ministerio de Asuntos Exteriores israelí, escribió un artículo para una publicación de la Organización Sionista Mundial en el que ponía de relieve una “estrategia para Israel en los ochenta”. En este artículo afirmaba: “ La desintegración de Siria e Iraq en zonas étnica o religiosamente únicas como en Líbano es el objetivo fundamental de Israel en el frente oriental. Iraq, rico en petróleo por una parte e internamente dividido por otra tiene todas las garantías de ser un candidato a los objetivos de Israel. Su desintegración es incluso más importante para nosotros que la de Siria. Iraq es más fuerte que Siria. A corto plazo, lo que constituye la mayor amenaza para Israel es el poder iraquí”. Continúa: “Una guerra irano-iraquí desgarrará Iraq y causará su desmoronamiento en el interior incluso antes de que sea capaz de organizar una lucha en un frente más amplio contra nosotros. Todo tipo de confrontación inter-árabe nos ayudará a corto plazo y acortará el camino para el más importante objetivo de dividir Iraq en confesiones religiosas como en Siria y Líbano”. Y añade: “En Iraq es posible una división en provincias según unas líneas étnicas/religiosas, como en Siria durante [el Imperio] Otomano. Así pues, existirán tres (o más) Estados en torno a las tres ciudades más importantes: Basora, Bagdad y Mosul, y las zonas chiíes en el sur estarán separadas del norte sunní y kurdo” [2].
El resultado de la guerra irano-iraquí, que duró hasta 1988, no fue el deseada por Oded Yinon, la ruptura de Iraq en provincias según criterios étnicos. Ni tampoco el de la posterior guerra del Golfo de 1991 en la que Estados Unidos destruyó las infraestructuras de Iraq ni el de la década larga posterior de devastadoras sanciones y bombardeos aéreos de la administración Clinton. Lo que, sin embargo, sí sucedió durante estas décadas fue la muerte de millones de iraquíes e iraníes.
Un fractura limpia para un Nuevo Siglo Americano
En 1996 un think tank israelí, el Instituto para Estudios Estratégicos y Políticos Avanzados, publicó un informe del think tank Study Group sobre una nueva estrategia israelí con vistas al año 2000 titulado “Una fractura limpia: una nueva estrategia para asegurar el territorio”. En este artículo, en el que se hacían recomendaciones al entonces primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se afirmaba que Israel puede “trabajar estrechamente con Turquía y Jordania para contener, desestabilizar y reducir algunas de sus más peligrosas amenazas”, así como “cambiar la naturaleza de sus relaciones con los palestinos, incluyendo mantener el derecho de persecución en todas las zonas palestinas por motivos de autodefensa” y “forjar unas nuevas bases para las relaciones con Estados Unidos (haciendo hincapié en la independencia, la madurez, la cooperación estratégica en areas de interés mutuo y fomentando los valores inherentes a occidente)”.
El informe recomendaba a Israel “tomar la iniciativa en su frontera norte atrayendo a Hizbola, Siria, e Irán como principales agentes de agresión en Líbano” y utilizar “a la oposición libanesa para desestabilizar el control sirio de Líbano”. También afirma que “en cooperación con Turquía y Jordania, Israel puede dar forma a su entorno estratégico debilitando, conteniendo e incluso haciendo retroceder a Siria. Este esfuerzo puede centrarse en derrocar a Sadam Husein en Iraq (también un importante objetivo estratégico israelí) como un medio de frustrar las ambiciones regionales de Siria” [3].
Entre los autores del informe se incluyen Douglas Feith, un ardiente neoconservador que llegó a ser sub-secretario de Defensa para la Política de George W. Bush desde 2001 a 2005; David Wurmser, que tras el 11 de septiembre fue nombrado por Douglas Feith para formar parte de una unidad secreta de inteligencia del Pentágono y fue asesor de Oriente Próximo de Dick Cheney desde 2003 a 2007; y Meyrav Wurmser, la mujer de David, que es ahora un alto cargo del think tank estadounidense Hudson Institute.
Richard Perle dirigía el estudio. Trabajó en el Comité del Consejo Asesor de Política de Defensa del Pentágono desde 1987 a 2004 y fue su presidente desde 2001 a 2004 donde desempeñó un papel clave a medida que se acercaba la guerra de Iraq. También fue miembro de varios think tanks estadounidenses, incluyendo el Instituto de Iniciativa Estadounidense y el Proyecto para el Nuevo Siglo Americano.
El Proyecto para el Nuevo Siglo Americano, o PNAC por sus siglas en inglés, es un think tank neoconservador estadounidense, entre cuyos miembros y afiliados se incluyen muchas personas que estuvieron asociadas con la actual administración Bush, como Dick Cheney, Donald Rumsfeld, Paul Wolfowitz, John Bolton, Richard Armitage, Jeb Bush, Elliott Abrams, Eliot A. Cohen, Paula Dobriansky, Francis Fukuyama, Zalmay Khalilzad, I. Lewis "Scooter" Libby, Peter Rodman, Dov Zakheim y Robert B. Zoellick.
En septiembre de 2000 el PNAC elaboró un informe titulado “Reconstruir las Defensas de Estados Unidos: estrategias, fuerzas y recursos para un nuevo siglo” en el que se trazaba un programa para una Pax Americana o Imperio Estadounidense. El informe se centra especialmente en Iraq e Irán y afirma: “A largo plazo Irán puede resultar ser una amenaza tan grande para los intereses estadounidenses en el Golfo como lo es Iraq” [4]. Afirmando que “durante décadas Estados Unidos ha buscado desempañar un papel más permanente en la seguridad regional del Golfo” el informe sugiere que “el conflicto no resuelto con Iraq proporciona la justificación inmediata”, sin embargo, “la necesidad de la presencia de una importante fuerza estadounidense en el Golfo trasciende el problema del cambio de régimen de Sadam Husein” [5]
Lograr una guerra civil para la “Solución de los tres Estados”
Poco después de la invasión y ocupación de Iraq en 2003 el New York Times publicaba un artículo de opinión de Leslie Gelb, presidente emérito y miembro de la junta directiva del Consejo de Relaciones Exteriores, el más poderoso e influyente think tank de Estados Unidos. El artículo, titulado “La solución de los tres Estados” y publicado en noviembre de 2003, afirmaba que la “única estrategia viable” para Iraq “puede ser corregir el error histórico y avanzar en etapas hacia una solución de tres Estados: kurdos en el norte, sunníes en el centro y chiíes en el sur”. Citando el ejemplo de la desintegración de Yugoslavia, Gelb afirmaba que estadounidenses y europeos “dieron a los bosnios musulmanes y a los croatas los medios de luchar, y los serbios aceptaron la separación”. Al explicar la estrategia Gelb afirma que el “primer paso debería ser convertir el norte y el sur en regiones con auto-gobierno con unos límites trazados lo más cerca posible de las líneas étnicas” y “exigir elecciones democráticas en cada región”. Además, “bajar al mismo tiempo tropas estadounidenses al Triángulo Sunní y pedir a Naciones Unidas que supervise la transición al auto-gobierno allí”. Gelb afirma entonces que esta política “sería tanto difícil como peligrosa. Washington tendría que ser muy testarudo y muy despiadado para lograr esta desintegración” [6].
Seguir el ejemplo de Yugoslavia, como cita Gelb, requeriría lograr una guerra civil entre los diferentes grupos étnicos. A principios de los noventa Estados Unidos apoyó y financió a las fuerzas musulmanas en Bosnia bajo el liderazgo de los muyaidines afganos adiestrados por la CIA, de triste fama por su guerra contra la Unión Soviética dirigida por la CIA entre 1979 y 1989. En Bosnia los muyaidines estuvieron “acompañados de las fuerzas especiales estadounidenses” y Bill Clinton aprobó personalmente la colaboración con “varias organizaciones fundamentalistas islámicas, incluyendo la al-Qaeda de Ben Laden”. Años después en Kosovo “ en 1998-99 muyaidines mercenarios de Oriente Próximo y Asia Central fueron reclutados para luchar en las filas del Ejército de Liberación de Kosovo (KLA, por sus siglas en inglés) que apoyó ampliamente el esfuerzo de guerra de la OTAN”. La Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense (DIA, por sus siglas en inglés), los servicios de inteligencia británicos (MI6), soldados británicos del regimiento especializado en operaciones clandestinas y compañías privadas de seguridad británicas y estadounidenses tenían la tarea de armar y adiestrar al KLA. Posteriomente, “el departamento de Estado estadounidense incluyó al KLA en la lista de organizaciones terroristas indicando que financiaba sus operaciones con dinero procedente del tráfico de heroína y con préstamos procedentes de países e individuos islámicos, entre los que supuestamente se encontraba Osama Ben Laden” así como “el hermano de un líder de una organización de la Jihad egipcia e indicando también que un comandante militar de Osama Ben Laden estaba dirigiendo una unidad de elite del KLA durante el conflicto de Kosovo” [7].
¿Podría ser esta la misma estrategia que se está desplegando en Iraq para desintegrar el país por similares razones estratégicas?
El Asia Times Online informaba en 2005 que el plan para “balcanizar” Iraq en varios Estados más pequeños “es una réplica exacta de un plan de la extrema derecha israelí para balcanizar Iraq (una parte esencial de la balcanización de todo Oriente Próximo). Curiosamente Henry Kissinger estaba vendiendo la misma idea incluso antes de la invasión de Iraq en 2003”. El artículo continuaba: “esto es la clásica divisa del divide y vencerás: el objetivo es perpetuar la falta de unidad árabe. Llámese Iraquificación; lo que realmente significa es fiebre sectaria traducida en guerra civil” [8].
En 2006 una “comisión independiente establecida por el Congreso con la aprobación del presidente George W Bush” llamada “la Comisión Baker” por el nombre del ex-secretario de Estado James Baker, “está cada vez más interesada en la idea de separar las regiones chiíes, sunníes y kurdas como la única alternativa a lo que Baker llama 'dejarlo todo y huir’ or 'aguantar hasta el final’"[9].
En 2006 se informó así mismo de que “el futuro federal de Iraq también está consagrado en su constitución, que permite formar las regiones, si bien no afirma cómo” y que “el Parlamento iraquí (dominado por chiíes y kurdos) aprobó una ley a principios de este mes [octubre de 2006] que permite a las regiones federales formase (por mayoría de votos en las regiones que buscan la unión)”. Además, “la ley que, como era de esperar, no obtuvo el apoyo sunní, será revisada dentro de 18 meses en un intento de convencer a sus oponentes”. Sin embargo, el artículo afirmaba que en vez de una solución de tres Estados “un sistema basado en cinco regiones parece que podría tener más posibilidades de tener éxito. Un modelo de cinco regiones tendría dos regiones en el sur, una con base en torno a Basora y otra en torno a los santos lugares. Se mantendrían Kurdistán y la región sunní, pero Bagdad y sus alrededores formarían la quinta región, metropolitana, urbana” [10]. El autor del artículo era Gareth Stansfield, un socio del think tank Chatham House de Londres, que precedió al Consejo de Relaciones Exteriores, trabaja con él y con su equivalente británico.
La limpieza étnica funciona”
En 2006 el Diario de las Fuerzas Armadas publicaba un artículo del teniente coronel retirado Ralph Peters titulado “Fronteras de sangre: qué aspecto podría tener un Oriente Próximo mejor”. En su artículo Peters explica que el mejor plan para Oriente Próximo serían “reajustar” las fronteras de los países. “Aceptando que el arte de gobernar internacional nunca ha desarrollado herramientas eficaces (salvo la guerra) para reajustar fronteras fallidas, un esfuerzo mental para captar las fronteras “orgánicas” de Oriente Próximo nos ayuda, sin embargo, a comprender el alcance de las dificultades a las que nos enfrentamos y a las que seguiremos enfrentándonos. Estamos lidiando con deformaciones colosales creadas por el hombre que no dejarán de generar odio y violencia hasta que sean corregidas”. Afirma que tras la invasión de 2003 “se debería haber dividido inmediatamente Iraq en tres Estados más pequeños”. Sin embargo, Iraq no es el único país que a ojos de Peter es víctima de la “balcanización” ya que “Arabia Saudi sufriría un desmantelamiento tan grande como el de Pakistán” e “Irán, un Estado con unas fronteras dementes, perdería gran cantidad de territorio en favor del Azerbayán unificado, el Kurdistán libre, el Estado Árabe Chií y el Baluchistán Libre, pero ganaría las provincias en torno a Herat en el Afganistán actual”. Además, “lo que Afganistán perdiera en favor de Persia en el oeste lo ganaría al este, ya que las tribus de la frontera noreste de Pakistán se reunirían con sus hermanos afganos”. Peters afirma que “corregir las fronteras” puede ser imposible “por ahora. Pero con tiempo (y con el inevitable baño de sangre que va unido a ello) emergerán fronteras nuevas y naturales. Babilonia ha caído más de una vez”. Más adelante hace esta sorprendente afirmación: “¡Ah!, y un secretillo vergonzante que tiene 5.000 años de historia: la limpieza étnica funciona” [11]
El mapa de un nuevo diseño de Oriente Próximo, inicialmente publicado junto con el artículo de Peters pero que ya no aparece “se ha utilizado en el programa de adiestramiento de la Escuela de Defensa de la OTAN para oficiales militares de alto rango. Este mapa, como otros mapas similares, probablemente se ha utilizado tanto en la Academia Nacional de Guerra como en los círculos de planificación militar” [12]. Acerca de la propuesta de Peters Nafeez Mossadeq Ahmed escribió que “la reconfiguración radical de fronteras que él propone implicaría necesariamente una limpieza étnica generalizada y con ella un baño de sangre quizá a escala genocida” [13].
¿Federalismo o balcanización gradual?
Un mes antes de que se publicara el artículo de Peters, Leslie Gelb del Consejo de Relaciones Exteriores y Joseph Biden, un demócrata miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado [estadounidense] escribieron un artículo de opinión para el New York Times en el que afirmaban que “Estados Unidos debe ir más allá de la falsa opción actual entre “aguantar hasta el final” y “traer las tropas a casa ahora”, y elegir una tercera vía que de forma responsable reduciría nuestra presencia militar al tiempo que evitaría el caos y preservaría nuestro objetivos de seguridad claves”. ¿Cuál es esta tercera opción? “La idea, como en Bosnia, es mantener un Iraq unido descentralizándolo, dando a cada grupo étnico-religioso (kurdos, árabes sunníes y árabes chiíes) espacio para dirigir sus propios asuntos al tiempo que se deja al gobierno central a cargo de los intereses comunes”.
Los autores describen unos cuantos aspectos de este plan. “El primero es establecer tres regiones con una amplia autonomía y con un gobierno central viable en Bagdad. Las regiones kurda, chií y sunní serían cada una responsables de sus propias leyes internas, de la administración y de la seguridad interna. El gobierno central controlaría la defensa de las fronteras, los asuntos exteriores y los ingresos del petróleo”. Entonces, “el segundo elemento sería engatusar a los sunníes para que se unan al sistema federal con una oferta que no podrán rechazar. Para empezar, controlar su propia región sería mucho más preferible a las demás alternativas: ser dominados por kurdos y chiíes en un gobierno central o ser las principales víctimas de una guerra civil” [14].
En una comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado en 2007 Leslie Gelb afirmó que su plan para “federalizar” Iraq “se parecería a lo siguiente: el gobierno central estaría basado en las zonas en las que hay genuinos intereses comunes entre los diferentes partidos iraquíes, esto es, los asuntos exteriores, la defensa de las fronteras, la moneda y, por encima de todo, la producción e ingresos del petróleo y gas”. Y, “por lo que se refiere a las regiones, ya sean tres o cinco, sean las que sean (a los iraquíes les corresponde decidirlo), serían responsables de la legislación, la administración y seguridad internas” [15].
Posteriormente el Senado aprobó una resolución no vinculante que apoyaba un sistema federal para Iraq y que todavía tiene que ser promulgado puesto que se estipula que esta resolución tiene que ser promulgada por los iraquíes para que no se considere “algo a lo que les obliga Estados Unidos”. Además, “cuando el embajador Ryan Crocker compareció ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado afirmó apoyar el federalismo. En una conversación privada con los senadores también apoyó la idea, “sin embargo, cuando estaba en Bagdad se expresó en contra de la resolución” [16]. ¿Podría ser esto una forma de manipulación? Si el embajador estadounidense en Bagdad promueve una solución particular para Iraq, probablemente los iraquíes lo consideren una mala opción, que favorece los intereses de los estadounidenses. Así pues, si el embajador despotrica públicamente contra la resolución, cosa lo que hizo, esto transmite la idea de que la actual administración [estadounidense] no está detrás de ella, lo que podría hacer que los iraquíes lo vean como una alternativa y que, quizá, favorece sus intereses. Aceptar el punto de vista estadounidense sobre cuestiones fundamentales significa un suicidio político (y con frecuencia, real) para los políticos iraquíes. El hecho de que el embajador estadounidense en Bagdad denuncie públicamente una estrategia particular da a los políticos iraquíes la legitimidad pública para reivindicarla.
Esta resolución todavía no ha pasado por todos los procedimientos del Congreso [estadounidense] y, de hecho, puede haber sido incluida en otro proyecto de ley, como una Ley de Autorización de Defensa. Sin embargo, los esfuerzos que están detrás de esta ley son mayores que el cada vez más irrelevante Congreso estadounidense.
También en 2007 otro think tank hizo un llamamiento a lograr “dividir Iraq en tres Estados separados con sus propios gobiernos y representantes en Naciones Unidas, pero con una cooperación económica constante basada en el modelo de la Unión Europea” [17]. Sorprendentemente el ex-embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas , John Bolton, reconoció en 2000 que “Estados Unidos no tiene “intereses estratégicos” en un Iraq unido” y también sugirió que “ Estados Unidos no debería necesariamente impedir que Iraq se divida” [18].
Conclusión
Claramente, sea cual sea la excusa o signifique lo que signifique dividir Iraq, no cabe la menor duda de que existe una estrategia ango-estadounidense de balcanizar Iraq. Decir que lo que se está proponiendo no es la balcanización sino el federalismo es discutible. Esto se debe a que volver a un sistema más federal en el que las provincias tengan mayor autonomía separaría naturalmente el país según las fronteras étnico-religiosas. Los kurdos estarían en el norte, los sunníes en el centro y los chiíes en el sur, con todo el petróleo. La desproporción de los recursos de cada provincial creará enemistad entre las provincias y las diferencias étnicas manipuladas durante mucho tiempo se transmitirán de las calles a la esfera política. A medida que aumenten las tensiones entre provincias, como sin lugar a dudas ocurrirá, habrá una inclinación natural hacia una posible separación. Los desacuerdos acerca del reparto de poder en el gobierno federal podrían llevar a su posible colapso, con lo que se habría logrado la estrategia de balcanización bajo la apariencia de que se habría producido sin una implicación exterior.